El pasado 22 de febrero netflix estrenó uno de los títulos más esperados y a la vez temidos, el live action Avatar: The Last Airbender.
Cuando se anunció que la serie animada Nickelodeon Se convertiría en acción real y con la ayuda de Netflix generó miedo. Se sabe que la empresa de la “N” roja no tiene un buen historial con este tipo de adaptaciones. Afortunadamente, la situación cambió cuando apareció el material oficial.
Esta nueva forma de ver Avatar sigue la misma línea que la historia original, con Aang, el joven maestro aire que se convierte en el nuevo Avatar, maestro de los cuatro elementos: Agua, Fuego, Tierra y Viento.
La carga para Aang es pesada, por lo que decide huir, sin darse cuenta de que estuvo ausente durante 100 años. Al regresar descubre que la Nación del Fuego ha expandido su imperio por la fuerza y las llamas. El rotundo cambio llevará a Aang a asumir su papel de Avatar, pero esta vez tendrá amigos que lo acompañarán, la futura maestra agua, Katara, y su hermano, el guerrero Sokka.
En ese sentido, Netflix sigue la mayor parte de la historia original y se toma ciertas libertades que no desentonan porque suman a la historia e incluso sientan bien, como dar participación a uno de los personajes más populares entre los fans, el avatar kyoshi o poner más en la historia princesa azula.
El segundo éxito de Avatar es su reparto. Netflix hizo un buen trabajo y encontró las estrellas perfectas. Aunque todos hacen un gran trabajo, Gordon Cormier brilla como Aang, captando la inocencia del personaje, con todas las heridas y con las ganas de tener que salir adelante para restablecer el equilibrio del mundo. Otro que no puede faltar es el trabajo de Dallas Liu y Paul Sun-Hyung Lee, quienes dan vida a Zuko y al General Iroh. Logran la química que tiene el dúo, con un príncipe en un camino de incertidumbre, gestionando la dualidad del bien y el mal, y un Iroh dispuesto a ayudar, guiar y tomar té en todo momento.
Otro de los éxitos de Avatar está superando con creces lo que fue la película de M. Night Shyamalan, Avatar: The Last Airbender. La serie del showrunner Albert Kim no repite los errores de la película de 2010, que en su momento impidió que la historia tuviera una versión real de acción real.
The Last Airbender tiene sus defectos, no es perfecto, aún así se las arregla para brillar. A pesar de lo bueno y lo bueno, se ve inmerso en una tormenta de críticas negativas, que incluso parecen odio. Esto, en mi opinión personal, me parece un completo desconocimiento de que la serie es una “adaptación”, no hay que copiarlo todo, sino coger lo importante y con suficiente vida para que tenga personalidad propia. Tampoco hay que olvidar el respeto al trabajo original, que en este caso se cumple, porque la serie de Nickelodeon es algo que está en lo más alto del Olimpo.
En conclusión, la acción en vivo de Avatar, el último maestro del aire Se puede ver y disfrutar, emociona, sorprende y tiene personajes que tienen todo el potencial para seguir creciendo. Además, la historia marca el camino de lo que será una segunda temporada, o mejor dicho, una Libro dos: Tierra.