jue. Mar 28th, 2024



“El único enemigo que sigue siendo una amenaza para los ciudadanos, además de la pandemia de COVID-19, que es común a todos nosotros, es la pobreza”, declaró Evariste Ndayishimiye.

El Jefe de Estado habló en la Sede de la ONU el tercer día de la semana de alto nivel de la Asamblea General. Después de celebrarse virtualmente el año pasado, la reunión de este año presenta actividades “híbridas” que incluyen líderes en persona junto con participantes virtuales.

El líder burundés señaló que su país celebra, en 2021, seis décadas de independencia y membresía en las Naciones Unidas.

“Es, por tanto, un momento para recordar que las Naciones Unidas jugaron un papel importante porque desde el final de la Primera Guerra Mundial, Burundi fue administrado bajo el mandato de la Liga de Naciones y luego de las Naciones Unidas”, dijo.

Un momento de esperanza

Al señalar el tema del debate de este año, Una presidencia de esperanza, dijo que tiene un significado especial para los burundeses.

“No solo ante los efectos devastadores de la pandemia COVID-19, sino también las consecuencias de estas crisis repetitivas que se han perpetrado en el país con total impunidad”, explicó.

Para superar estas dificultades, dijo que su Gobierno identificó una serie de prioridades en el Plan Nacional de Desarrollo de Burundi, PND 2018-2027. Llamó a la iniciativa “un programa ambicioso y transformador que puede acelerar el proceso de desarrollo socioeconómico”.

Sobre el tema del buen gobierno y la justicia social, dijo que “la lucha contra la corrupción, la malversación económica y la lucha contra la impunidad están entre las prioridades del Gobierno”.

En cuanto a la paz y la seguridad, dijo que es “innegable” que la comunidad internacional ha tenido algunos éxitos en la lucha contra el terrorismo, pero debe reconocer que está “lejos de haber desarrollado una estrategia común, adecuada y eficaz para aniquilar este flagelo”.

“Más allá de la necesaria acción militar, la lucha efectiva contra el terrorismo incluye una lucha contra la radicalización, que tiene sus raíces en la ignorancia, la pobreza, el desempleo juvenil y el analfabetismo”, argumentó.

Añadió que a su Gobierno le preocupa la proliferación del terrorismo en la región, incluida la región oriental de la República Democrática del Congo (RDC), donde grupos extremistas “reclutan a jóvenes desempleados que matan ciegamente a ciudadanos pacíficos e inocentes”.

“Sigo convencido de que estos grupos representan una amenaza no solo para nuestra región sino para toda la humanidad”, dijo.

Es en este contexto que, desde 2007, Burundi ha puesto a disposición de las Naciones Unidas y la Unión Africana contingentes militares y policiales, informó. Estos oficiales continúan sirviendo en países como Somalia y la República Centroafricana.

Cuestiones de derechos humanos

El Sr. Ndayishimiye también hizo una nota sobre el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, diciendo sobre el trabajo de ese organismo que “cualquier tendencia a señalar a Burundi adjuntando mecanismos especiales de derechos humanos es simplemente contraproducente”.

“En la práctica, el Gobierno se ha centrado en la protección de los derechos humanos, el respeto a los principios democráticos, las libertades de opinión, expresión y prensa”, garantizó. “Se ha hecho un gran esfuerzo gracias al establecimiento de un diálogo casi permanente entre los partidos políticos, los medios de comunicación y las autoridades públicas”.

También señaló que su país da la bienvenida a refugiados y burundeses que regresan a su país. Explicó que, desde julio de 2020, más de 75.000 refugiados regresaron voluntariamente, sumándose a los más de 50.000 que regresaron sin pasar por agencias especializadas de la ONU.

“Con la paz y la seguridad restauradas, los refugiados burundeses, incluidos los actores políticos, están regresando de manera abrumadora y son recibidos con amor y dignidad”, aseguró.

Por último, acogió con satisfacción la “decisión histórica” del Consejo de Seguridad y del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana de eliminar a Burundi de sus agendas políticas en reconocimiento del regreso de la paz.

Declaración completa en francés aquí.



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