El informe establece siete prioridades para mejorar el sistema alimentario y minimizar los efectos de COVID-19 en la seguridad alimentaria.
• Reforzar un plan global de respuesta humanitaria para COVID-19.
• Mejorar los datos para la toma de decisiones.
• Garantizar la inclusión económica y la protección social para reducir la pobreza.
• Reforzar el comercio y las normas de seguridad alimentaria.
• Aumentar la capacidad de recuperación de los pequeños productores.
• Fortalecer un enfoque de “Una sola salud” para prevenir la próxima pandemia zoonótica
• Transformar el funcionamiento de los sistemas alimentarios.