ESTAMBUL: El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, renovó el lunes su amenaza de “congelar” las candidaturas a la OTAN de Suecia y Finlandia a menos que la alianza militar cumpla con las condiciones de Ankara.
En una cumbre de la OTAN en Madrid a fines de junio, Erdogan llamó a los dos países a “hacer su parte” en la lucha contra el terrorismo y los acusó de proporcionar un refugio para los militantes kurdos fuera de la ley.
Hablando el lunes, la víspera de la cumbre tripartita con Rusia e Irán, Erdogan dijo a los periodistas; “Quiero reiterar una vez más que congelaremos el proceso si estos países no toman las medidas necesarias para cumplir con nuestras condiciones”.
“Somos particularmente conscientes de que Suecia no tiene una buena imagen en este tema”, agregó el líder turco.
A principios de este mes, la OTAN inició los procedimientos de adhesión de Suecia y Finlandia después de que se llegara a un acuerdo con Turquía, que había bloqueado la entrada de las naciones nórdicas.
Erdogan ha acusado a ambos países de ser refugios para los militantes kurdos, destacando específicamente al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que ha tratado de aplastar, y de promover el “terrorismo”.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, no respondió directamente cuando se le preguntó sobre los comentarios de Erdogan, pero se refirió a la luz verde de Turquía durante la cumbre de la OTAN para la membresía de las naciones nórdicas en la OTAN.
“Turquía, Finlandia, Suecia firmaron un memorando trilateral en Madrid para poner en marcha este proceso”, dijo Price a los periodistas.
“Estados Unidos continuará trabajando con esos tres países para asegurarse de que este proceso de adhesión y ratificación, aquí y en todo el mundo, sea lo más rápido y eficiente posible”, dijo.
Está previsto que Erdogan aborde un avión a Teherán el lunes por la noche para conversar el martes con el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente iraní, Ebrahim Raissi, de quienes espera obtener luz verde para una intervención armada en el noroeste de Siria.
Ankara ha estado amenazando desde fines de mayo con lanzar una operación para crear una “zona de seguridad” de 30 kilómetros (19 millas) a lo largo de su frontera para enfrentar a los combatientes kurdos que libran una insurgencia contra el estado turco.
Tanto Teherán como Moscú ya han expresado su oposición a tal ofensiva.
Rusia, Turquía e Irán son actores importantes en la guerra que ha devastado a Siria desde 2011, con Moscú y Teherán apoyando al régimen de Bashar al-Assad y Ankara apoyando a los rebeldes.