Ayer, casi 40 camiones con suministros humanitarios, incluidos alimentos, partieron de Semera, la capital de Afar, hacia Tigray, el primer convoy en hacerlo desde el 18 de octubre.
Mientras tanto, los camiones que contienen combustible y suministros médicos aún esperan autorización en Semera.
Se necesitan alrededor de 500 camiones de suministros humanitarios por semana, informó Stéphane Dujarric a los periodistas en una rueda de prensa periódica.
Siete millones en inseguridad alimentaria
En noviembre de 2020, los intensos combates entre las tropas del Gobierno central y los leales al Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF) dejaron a las regiones de Tigray, Amhara y Afar, en el norte de Etiopía, con una necesidad urgente de asistencia humanitaria.
Y después de meses de asesinatos, saqueos y destrucción de centros de salud e infraestructura agrícola, incluidos los sistemas de riego que son vitales para el esfuerzo de producción, esas necesidades solo han aumentado.
Actualmente, unos siete millones de personas en todo el país sufren una inseguridad alimentaria aguda.
Necesidades crecientes
Mientras tanto, tras su suspensión el 22 de octubre, los vuelos del Servicio Aéreo Humanitario de la ONU a Mekelle se han reanudado, lo que permite a la ONU y a los socios humanitarios rotar al personal dentro y fuera de Tigray y transferir una cantidad limitada de efectivo operativo.
Sin embargo, dijo el portavoz, “Los socios humanitarios sobre el terreno continúan informando desafíos importantes debido a la escasez de efectivo para las operaciones”.
A pesar de una inyección total de $ 40 de nuevos recursos a Etiopía – $ 25 millones del CERF y $ 15 millones del Fondo Humanitario de Etiopía (EHF), el país todavía enfrenta un déficit de financiación de $ 1.3 mil millones, incluidos $ 350 millones para la respuesta en Tigray.
A pesar de un entorno operativo extremadamente desafiante, los socios humanitarios continúan respondiendo a las necesidades urgentes y crecientes en el norte de Etiopía, incluso en Amhara y Afar.
En Amhara, se inició una importante operación de asistencia alimentaria en las ciudades de Kombolcha y Dessie, dirigida a más de 450.000 personas durante las próximas dos semanas.
Reubicar familias
Ayer, la ONU anunció que dada la situación de seguridad en el país, y por precaución, está reduciendo su presencia en Etiopía al reubicar temporalmente a todos los dependientes elegibles.
“Es importante tener en cuenta que el personal permanecerá en Etiopía para cumplir con nuestros mandatos”, Dijo Dujarric.
La ONU monitoreará la situación a medida que evolucione, teniendo en cuenta la seguridad del personal y la necesidad de continuar sus operaciones y apoyar a todos aquellos que necesiten asistencia.
A principios de este mes, la Organización confirmó que al menos 16 miembros del personal de la ONU y sus dependientes habían sido detenidos en la capital de Etiopía, Addis Abeba, y que estaba trabajando con el Gobierno de Etiopía para asegurar su liberación inmediata.