Ya una “táctica cruel de guerra, tortura, terror y represión”, el secretario general António Guterres señaló la agitación causada por la pandemia de COVID-19 que “ha hecho aún más difícil responsabilizar a los perpetradores de violencia sexual”.
“Incluso mientras respondemos a la pandemia, debemos investigar todos los casos y mantener los servicios esenciales para cada sobreviviente”, dijo.
Abordar las causas fundamentales
A pesar de que COVID-19 ha provocado nuevos obstáculos para que las sobrevivientes denuncien delitos y accedan a servicios de apoyo, el jefe de la ONU dijo que la recuperación también debe incluir abordar “las causas fundamentales de la violencia sexual y de género”.
“No podemos permitir que este crimen que ya no se ha denunciado se deslice más hacia las sombras. Los perpetradores deben ser castigados ”, dijo.
Concluyó su mensaje del día diciendo: “Resolvamos defender los derechos y satisfacer las necesidades de todos los sobrevivientes, mientras trabajamos para prevenir y poner fin a estos horribles crímenes”.
Conmemoración
Antes de la conmemoración anual el 19 de junio, las Oficinas de los Representantes Especiales sobre la Violencia Sexual en los Conflictos organizaron conjuntamente un evento virtual (SVC) y Los niños y los conflictos armados (CAAC), junto con la Misión Argentina, para promover medidas para un entorno propicio que aliente a los sobrevivientes a presentarse de manera segura y buscar reparación.
Con el telón de fondo de una pandemia global que ha puesto al descubierto las desigualdades entrecruzadas que afectan a nuestras sociedades, agravadas por el conflicto, el desplazamiento y la fragilidad institucional, el evento enmarcó “la única solución para estos males superpuestos”, como una inyección de determinación política y recursos, igual a la escala del desafío.
Áreas de enfoque clave
La Representante Especial de la CAAC, Virginia Gamba, expresó su preocupación por los niños nacidos de violaciones durante el conflicto que enfrentan “riesgos distintos, a veces mortales y duraderos”.
Para proteger mejor a los niños abusados sexualmente “por, en y para los conflictos armados”, destacó la importancia de centrarse en áreas clave, como el fortalecimiento de las medidas de rendición de cuentas para poner fin a las culturas de impunidad y, en última instancia, prevenir las recurrencias.
Destacó la necesidad de reconocer como “servicios esenciales” la labor de los equipos de seguimiento y denuncia, y los asesores de protección de mujeres y niños, como prioridades que deben ser adecuadamente financiadas.
Por último, la Sra. Gamba dijo que había una “necesidad urgente de aumentar los recursos humanos y financieros para llegar a los niños sobrevivientes, escuchar sus historias y” asegurar el apoyo que necesitan desesperadamente “.
Provocando un ‘cambio decisivo’
La Representante Especial expresó su firme esperanza de que esta séptima conmemoración anual “provocaría un cambio decisivo” y que todos los niños supervivientes de la violencia sexual relacionada con el conflicto podrán recibir “servicios adaptados a la edad, adaptados al género y a la medida”.
“El mundo posterior a la pandemia solo se puede reconstruir mejor si se incluyen los más afectados. Esto es un imperativo para las sociedades si desean prosperar y que la paz perdure ”, concluyó la Sra. Gamba.