TEHERÁN: El presidente de Irán, Hassan Rouhani, dijo el sábado que su país no puede permitirse el lujo de cerrar su economía golpeada por las sanciones a pesar del empeoramiento del país del nuevo brote de coronavirus con un número récord de muertes y crecientes infecciones.
Irán debe continuar “las actividades económicas, sociales y culturales mientras observa los protocolos de salud”, dijo el presidente Hassan Rouhani durante una reunión televisada del grupo de trabajo sobre virus.
“La solución más simple es cerrar todas las actividades, (pero) al día siguiente, la gente saldría a protestar por el caos, el hambre, las dificultades y la presión (resultantes)”, agregó.
La república islámica ha estado luchando desde finales de febrero para contener el brote COVID-19 del país, el más mortal en el Medio Oriente.
La portavoz del Ministerio de Salud, Sima Sadat Lari, informó el sábado que 188 personas murieron a causa de la enfermedad respiratoria en las últimas 24 horas, lo que elevó la cifra general a 12,635.
La cifra diaria de muertos COVID-19 de Irán ha superado los 100 desde mediados de junio, con un recuento récord de 221 en un solo día reportado el jueves.
Lari también aumentó la carga de trabajo del país a 255,117, con 2,397 nuevas infecciones registradas.
El creciente número de víctimas del brote ha llevado a las autoridades a hacer obligatorio el uso de máscaras en espacios públicos cerrados y permitir que las provincias más afectadas vuelvan a imponer medidas restrictivas.
Irán cerró escuelas, canceló eventos públicos y prohibió el movimiento entre sus 31 provincias en marzo, pero el gobierno de Rouhani levantó progresivamente las restricciones a partir de abril para reabrir su economía afectada por las sanciones.
Irán ha sufrido una fuerte recesión económica después de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se retiró de un acuerdo nuclear histórico en 2018 y volvió a imponer sanciones paralizantes.
El Fondo Monetario Internacional predice que la economía de Irán se reducirá en un seis por ciento este año.
“No es posible mantener cerrados los negocios y las actividades económicas a largo plazo”, dijo Rouhani, enfatizando que “la gente no aceptará esto”.
El ministro de Salud, Said Namaki, advirtió el miércoles de una posible “revuelta sobre la pobreza” y culpó a las sanciones de los Estados Unidos por las “arcas vacías” del gobierno.
La reapertura de la economía “no fue por nuestra ignorancia (de los peligros del virus), sino que se debió a que estábamos arrodillados contra una economía que no podía aguantar más”, dijo Namaki en la televisión estatal.
Las sanciones de Estados Unidos se centraron en las ventas vitales de petróleo y las relaciones bancarias, entre otros sectores, lo que obligó a Irán a depender de las exportaciones no petroleras, que han caído a medida que se cerraron las fronteras para detener la propagación del virus.