La inflación turca superó el 85% en octubre, su nivel más alto desde 1997, según mostraron datos oficiales el jueves, mientras el presidente Recep Tayyip Erdogan se apega a políticas poco ortodoxas para combatir la crisis del costo de vida.
Los bancos centrales de todo el mundo están elevando los costos de endeudamiento en un esfuerzo por controlar los crecientes precios al consumidor, pero Turquía se ha resistido a la tendencia mundial, con Erdogan llamando a las tasas de interés más altas su “mayor enemigo”.
El mes pasado, el banco central de Turquía recortó su tasa de interés oficial por tercera vez consecutiva, reduciéndola del 12% al 10,5%.
Con las elecciones que se avecinan el próximo año, Erdogan argumenta que las altas tasas son la causa de la inflación, y no lo contrario, desafiando las teorías económicas ortodoxas.
La inflación de Turquía ha aumentado constantemente desde que alcanzó un mínimo del 16,6 % en mayo de 2021.
Llegó al 85,51% en octubre, según la agencia estatal de estadísticas TUIK, frente al 83,45% de septiembre.
Los economistas independientes, sin embargo, dicen que la tasa es más del doble.
Al mismo tiempo, la lira turca se desplomó frente al dólar.
A pesar del aumento de los precios al consumidor, Erdogan elogió el estado de la economía del país en un discurso ante los legisladores gobernantes del AKP en el parlamento el miércoles.
“Gracias a Dios, las ruedas de la economía están girando”, dijo.
“Nuestro modelo económico, que hemos resumido en crecimiento a través de la inversión, el empleo, la producción, las exportaciones y el superávit por cuenta corriente, está dando sus frutos”.
El jefe del banco central, sin embargo, ha dicho que no se podía declarar el éxito.
“No podemos considerarnos muy exitosos en la lucha contra la inflación”, dijo el mes pasado el gobernador del banco central, Sahap Kavcioglu.
“Si hay inflación, hay un problema. No es correcto hablar de éxito allí. Conocemos muy de cerca la angustia de los ciudadanos. Tomamos medidas. Creemos que veremos el resultado en muy poco tiempo”. añadió.
El aumento de octubre fue impulsado por un aumento del 117 % en los precios del transporte y un salto del 99 % en los alimentos.
El banco central elevó su pronóstico de inflación para todo el año del 60,4% al 65,2%.
‘Disfrazar la figura real’
Muchos turcos y la oposición cuestionan la credibilidad de los datos oficiales del gobierno.
Según un respetado estudio mensual publicado por economistas independientes del instituto de investigación ENAG de Turquía, la tasa anual de aumento de los precios al consumidor alcanzó el 185,34 % en octubre.
El líder de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, acusó al gobierno de ocultar la inflación real al fijar los salarios de los empleados públicos.
“¿Por qué TUIK (agencia de estadísticas) disfraza la cifra real?” preguntó el mes pasado.
“Porque cuando dé la cifra real, las pensiones se determinarán en consecuencia. Los salarios de los trabajadores se determinarán en consecuencia. Los salarios de los servidores públicos se determinarán en consecuencia. Si lo muestra bajo, le dará un aumento bajo”, argumentó.
El gobierno de Erdogan culpa de la inflación a factores externos, como el aumento global de los precios de los alimentos y la energía causado por la invasión rusa de Ucrania.
Se espera que el banco central reduzca las tasas nuevamente en su próxima reunión de política y luego finalice el ciclo de relajación, ya que Erdogan ha dicho que la tasa debería ser de un solo dígito.
Liam Peach, economista senior de mercados emergentes de Capital Economics, con sede en Londres, dijo que el banco seguiría “bajo la presión” de Erdogan para una política más laxa.
Si bien el banco central ha dicho que entregará un recorte adicional de la tasa de 150 puntos básicos en su reunión a fines de este mes, “existe el riesgo de una mayor relajación más allá de eso, agregando más presión a la baja sobre la lira”, dijo en un nota a los clientes