Roswell, en Nuevo México, Estados Unidos, es una ciudad muy particular. Cualquiera que pase un rato por allí podrá notar que el pueblo parece ciencia ficción o al menos tomado de una convención sobre este tema. No hay cuadra en ese lugar que no tenga en algún lugar a un hombrecito verde de ojos grandes pegado a una ventana o reflejado de alguna manera en alguno de sus locales.
En 1947, la ciudad sufrió un “incidente” que marcaría su identidad hasta el día de hoy y que convirtió el lugar en un centro de interés para la misma. El 2 de julio de ese año, un granjero llamado William “Mac” Brazel descubrió extraños escombros en su rancho, aproximadamente a 30 millas al norte de Roswell. Los restos incluían material flexible similar a una lámina de aluminio, vigas metálicas delgadas y piezas de plástico. Brazel informó del descubrimiento a las autoridades locales, quienes a su vez notificaron a la Base de la Fuerza Aérea. El comandante de la base ordenó una investigación y emitió un comunicado de prensa afirmando que habían recuperado un “platillo volante” estrellado. La noticia se difundió rápidamente y provocó un frenesí mediático.
Sin embargo, al día siguiente, se emitió un segundo comunicado de prensa desde el cuartel general de la Fuerza Aérea en Washington afirmando que lo que en realidad se había recuperado era un “globo meteorológico de radar” que había sido lanzado como parte de un proyecto clasificado llamado “Mogul”. Según esta versión, el incidente de Roswell no involucró a un platillo volante, sino simplemente restos de un experimento con un globo de vigilancia atmosférica. El caso permaneció relativamente olvidado hasta la década de 1970, cuando algunos investigadores y teóricos de la conspiración comenzaron a cuestionar la explicación oficial. Surgieron testimonios de testigos que afirmaban haber visto cuerpos extraterrestres en el lugar del accidente, así como informes de un encubrimiento por parte del gobierno de Estados Unidos. Desde entonces, el incidente de Roswell ha sido objeto de intenso escrutinio y debate, pero a pesar de ello, la ciudad ha sabido aprovecharlo. Con casi 50.000 habitantes, la ciudad depende económicamente del turismo relacionado con los ovnis. Desde la década de los noventa ha experimentado una constante afluencia de visitantes y curiosos que acuden al lugar, ya sea para presenciar por sí mismos el supuesto fenómeno extraterrestre o simplemente para adquirir algún souvenir relacionado con el mismo.

A partir de esta situación de la vida real, la pregunta planteada en Roswell, Nuevo Méxicola serie basada en la saga juvenil Escuela Secundaria Roswell por Melinda Metz, donde efectivamente fue un OVNI lo que cayó y sus ocupantes han sabido mezclarse entre los humanos.
La historia nos presenta a Liz Ortecho, una joven bióloga que regresa a su ciudad natal, Roswell, para cuidar de su querido padre que se encuentra muy enfermo. A su regreso, Liz se encuentra con su antiguo amor adolescente, Max Evans, que ahora es policía local. Sin embargo, lo que Liz no sabe es que Max, junto con su hermana Isobel y su amigo Michael, son en realidad extraterrestres que han vivido entre humanos durante años después de ser adoptados por ellos y han mantenido sus verdaderas identidades en secreto.
A medida que se desarrolla la trama, se revelan oscuros secretos sobre la presencia extraterrestre en Roswell y la complicada historia entre los personajes y sus pasados. Liz se ve atrapada en un torbellino de emociones mientras descubre la verdad sobre Max y su identidad extraterrestre, mientras lucha por mantenerse fiel a sus propios principios morales y enfrenta las consecuencias de sus decisiones.
Mire el avance de Roswell, Nuevo México:
Esta no es la primera adaptación de Escuela Secundaria Roswellaunque no pudimos considerar Roswell, Nuevo México como un reinicio del original pero otra versión. En 1999 vino Roswell (simplemente), una serie que tuvo tres temporadas y en su momento fue muy apreciada por sus fanáticos al punto de ser protagonista de una de las campañas de salvación más míticas en la historia del medio que consistió en enviar botellitas de Tabasco ( el condimento que los extraterrestres bebían como si fuera agua) al canal que transmitía la serie para que pudiera renovarla. Existen varias diferencias entre ambas series, la más importante es la edad de sus protagonistas: la original son adolescentes, en esta nueva versión ya son adultos cercanos a los treinta.
Por aquí, Roswell, Nuevo México se mete de lleno en una historia de ciencia ficción en combinación con drama, romance y aventura. Con una narrativa inmersiva y temas contemporáneos, te mantendrá pegado a la pantalla a lo largo de sus cuatro temporadas mientras exploras los límites del amor, la identidad y la aceptación en un entorno lleno de misterio y peligro. Puedes verlo por máx..