Publicado el martes, el nuevo informe del Consejo Económico de la OMS, Financiamiento de la salud para todos, apunta a tres acciones principales: crear espacio fiscal, inversiones directas y la administración de las finanzas públicas y privadas.
Sobre el gasto público, los expertos dicen que aliviar las restricciones impuestas por supuestos económicos obsoletos y revertir las reformas que conducen a grandes recortes en la atención médica permitiría que el gasto aumentara significativamente.
Según el escrito, las inversiones para garantizar la igualdad de acceso a la atención médica para todos deben convertirse en el objetivo central de la actividad económica. El liderazgo público debe trabajar para crear políticas regulatorias, tributarias e industriales positivas e impulsar la inversión en el campo.
Por último, las finanzas públicas y privadas deben regirse por una mayor regulación de los mercados de salud privados a través de medidas que mejoren los resultados a nivel mundial y sobre una base equitativa.
Desigualdad
La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve grandes y crecientes desigualdades en todo el mundo en el acceso a la atención médica.
Por cada 100 personas en los países de ingresos altos, se han administrado 133 dosis de la vacuna COVID-19, mientras que en los países de ingresos bajos esa cifra es de solo 4 dosis por cada 100.
Sin embargo, según los expertos de la OMS, el mundo “sigue siguiendo el mismo paradigma económico que no cambia la estructura financiera subyacente y aplica un pensamiento obsoleto sobre el desarrollo económico”.
Del 29 al 31 de octubre, en Roma, los líderes nacionales junto con los ministros de salud y finanzas, se reunirán para la Cumbre del G20 de los principales países industrializados. Para los economistas de la OMS, la reunión es una ventana de oportunidad para una “reorientación radical”.
El Consejo cree que se necesita un nuevo paradigma para evitar políticas macroeconómicas que alejen al mundo de la visión de Salud para Todos.
Al presentar el nuevo informe, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la pandemia de COVID-19 “ha demostrado que la financiación de los sistemas de salud debe cambiar radicalmente para proteger y promover la salud de todas las personas”.
Para él, el documento “presenta un argumento claro y convincente de la necesidad de que el financiamiento sostenido se dirija a lograr la salud para todas las personas y de que las inversiones se entiendan como ganancias a largo plazo para el desarrollo nacional y mundial”.
Más allá de la financiación
La profesora Mariana Mazzucato, presidenta del Consejo, señaló que los sistemas de salud en general carecen de recursos suficientes, pero advirtió que “más financiación no es la única solución”.
“El trabajo del Consejo enfatiza la necesidad de reformar y reorientar las finanzas de manera radical para que el objetivo de Salud para Todos, se diseñe en las estructuras financieras, las condicionalidades y las alianzas entre las empresas y el estado”, explicó.
Objetivo ambicioso
El Consejo de la OMS sobre Economía de la Salud para Todos se estableció en noviembre pasado para repensar cómo se mide, produce y distribuye el valor de la salud y el bienestar entre las economías.
Compuesto por diez de los economistas y expertos en salud más eminentes del mundo, el Consejo trabaja en cuatro áreas. Se utilizarán resúmenes en cada una de estas áreas y un informe final que se producirá en 2023 para impulsar el cambio de la estructura de la actividad económica a favor de la consecución del ambicioso objetivo.
Los miembros del Consejo son la profesora Mariana Mazzucato (presidenta), la profesora Senait Fisseha, la profesora Jayati Ghosh, Vanessa Huang, la profesora Stephanie Kelton, la profesora Ilona Kickbusch, Zelia Maria Profeta da Luz, Kate Raworth, la doctora Vera Songwe y Dame Marilyn Waring.