DOHA: Los talibanes advirtieron a Estados Unidos de las consecuencias negativas de “desestabilizar” su régimen durante las primeras conversaciones cara a cara entre las dos partes desde la retirada de Estados Unidos de Afganistán, ya que un mortífero bombardeo sectario hizo que el control del poder del grupo fuera aún mayor. interrogatorio.
Mientras los dolientes en el norte de Afganistán enterraban a los muertos de un ataque a una mezquita en el que murieron 62 personas, una delegación talibán dijo a funcionarios estadounidenses en Doha que cualquier debilitamiento de su gobierno podría causar “problemas a la gente”.
Decenas de fieles resultaron heridos en la explosión del viernes en Kunduz, que fue reclamada por el Daesh, que parece estar intentando sacudir aún más a Afganistán después de la toma de poder de los talibanes.
“Les dijimos claramente que tratar de desestabilizar al gobierno en Afganistán no es bueno para nadie”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de los talibanes, Amir Khan Muttaqi, a la agencia de titulares.ar" 3169 target="_self">noticias estatal afgana Bakhtar, después de las conversaciones en la capital de Qatar.
“Las buenas relaciones con Afganistán son buenas para todos. No se debe hacer nada para debilitar al gobierno existente en Afganistán, lo que puede generar problemas para la gente”, dijo en un comunicado grabado traducido por AFP.
Los talibanes buscan reconocimiento internacional, así como asistencia para evitar un desastre humanitario y aliviar la crisis económica de Afganistán.
Un funcionario del Departamento de Estado dijo que la delegación de Estados Unidos presionaría a los talibanes para garantizar que los terroristas no creen una base para los ataques en el país.
También presionaría a los nuevos gobernantes de Afganistán para que formen un gobierno inclusivo y respeten los derechos de las mujeres y las niñas, dijo el funcionario, y enfatizó que la reunión no indicó que Washington reconoció el gobierno talibán.
“Tenemos claro que cualquier legitimidad debe ganarse a través de las propias acciones de los talibanes”, dijo el funcionario.
‘Espantoso’
Los esfuerzos de los talibanes por consolidar el poder se han visto socavados por una serie de ataques mortales de Daesh.
El jefe de seguridad talibán en Kunduz acusó a los atacantes de la mezquita de intentar fomentar problemas entre las sectas.
“Les aseguramos a nuestros hermanos chiítas que en el futuro les brindaremos seguridad y que no les sucederán tales problemas”, dijo Mulawi Dost Muhammad.
El ataque fue recibido con una amplia condena internacional, y el jefe de la ONU, Antonio Guterres, pidió que los perpetradores sean llevados ante la justicia.
Guterres “condena en los términos más enérgicos el espantoso ataque de hoy”, dijo su portavoz.