Más de la mitad, o 102 millones, son estudiantes en 14 países que cerraron total o parcialmente sus aulas durante al menos la mitad de la pandemia COVID-19, según el Índice de preparación para el aprendizaje remoto.
“Incluso en medio de una emergencia en curso, sabemos que habrá otra, pero no estamos progresando lo suficiente como para garantizar que la próxima vez que los estudiantes se vean obligados a salir del aula, tengan mejores opciones”, dijo Henrietta Fore, la Director Ejecutivo de UNICEF.
Mentes jóvenes dejadas atrás
El informe mide la disposición de los países para proporcionar aprendizaje a distancia cuando se interrumpe la educación presencial y cubre casi el 90 por ciento de los estudiantes en países de ingresos bajos y medianos.
También examina las limitaciones del aprendizaje a distancia y las desigualdades en el acceso, y advierte que la situación probablemente sea mucho peor de lo que muestran los datos disponibles.
Benin, Burundi, Côte d’Ivoire, Congo, Etiopía, Madagascar, Malawi, Níger y Togo se encuentran entre los países con mayor necesidad de mejora en el sector de la educación.
El informe encontró que la educación preescolar es el nivel más desatendido. Muchos países no implementaron una política correspondiente durante la pandemia, por lo que los estudiantes más jóvenes se quedaron atrás durante sus años más críticos de desarrollo.
Mientras tanto, Argentina, Barbados, Jamaica y Filipinas tienen el nivel más alto de preparación. Sin embargo, UNICEF advirtió que incluso entre las naciones con puntajes más altos en el índice, las disparidades dentro de sus territorios significan que los niños más pobres, o aquellos en áreas rurales, tienen muchas más probabilidades de perderse durante el cierre de las escuelas.
Aprovechando el poder de la tecnología
Si bien no existe un reemplazo para el aprendizaje en persona, el informe dice que las escuelas con sistemas de aprendizaje remoto “robustos”, especialmente el aprendizaje digital, pueden proporcionar un grado de educación cuando las emergencias obligan a cerrar las aulas. Estos sistemas también pueden ayudar a los estudiantes a ponerse al día una vez que las escuelas vuelvan a abrir.
Aunque los últimos 19 meses han sido perturbadores, el jefe de UNICEF dijo que han dado una idea de lo que es posible durante y después de la pandemia.
“Junto con nuestros socios, hemos trabajado arduamente para aprovechar el poder de la tecnología y brindar oportunidades de aprendizaje para niños y jóvenes de todo el mundo”, agregó.
A través de la iniciativa Reimagine Education, UNICEF y sus aliados se esfuerzan por brindar a los niños y jóvenes el mismo acceso al aprendizaje digital de calidad, con el objetivo de llegar a 3.500 millones de estudiantes para 2030.