Griffiths dijo que estaba “horrorizado” por los informes de que al menos 35 personas, incluido al menos un niño, murieron en el ataque, que ocurrió el viernes. Según los informes, fueron obligados a abandonar sus vehículos, asesinados y quemados.
Dos trabajadores humanitarios de la organización de ayuda Save the Children siguen desaparecidos, agregó, habiendo quedado atrapados en la violencia. Su vehículo privado fue atacado y quemado.
“Condeno este grave incidente y todos los ataques contra civiles en todo el país, que están prohibidos por el derecho internacional humanitario”. —dijo el señor Griffiths.
Instó al gobierno a iniciar de inmediato “una investigación exhaustiva y transparente sobre el incidente para que los perpetradores puedan ser llevados ante la justicia rápidamente”.
Proteger a los civiles de cualquier daño
El Sr. Griffiths también pidió al ejército de Myanmar, así como a los grupos armados, que tomen todas las medidas para proteger a los civiles de cualquier daño.
“Millones de personas en Myanmar siguen necesitando urgentemente ayuda humanitaria”, dijo, y agregó que la ONU y sus socios humanitarios siguen comprometidos a brindar ayuda en todo el país.
La ONU continúa monitoreando los desarrollos en Myanmar a raíz del golpe militar en febrero.
A principios de este mes, la oficina de derechos humanos de la ONU, ACNUDH, dijo que estaba consternada por la alarmante escalada de graves abusos contra los derechos humanos.
El portavoz Rupert Colville dijo que “a diario se denuncian graves violaciones de los derechos a la vida, la libertad y la seguridad de la persona, la prohibición de la tortura, el derecho a un juicio justo y la libertad de expresión”.