La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, expresaron profunda tristeza por la muerte de dos personas luego de que un barco volcó frente a las costas de Venezuela el jueves pasado mientras se dirigía hacia Trinidad y Tobago.
Al menos 24 personas iban a bordo, según las autoridades locales. Mientras los barcos comerciales venezolanos rescataron a siete personas, las operaciones continúan para encontrar sobrevivientes entre los otros 15 que siguen desaparecidos.
Situación agravada por COVID-19
“Las aguas del Mar Caribe continúan cobrando vidas de venezolanos”, dijo Eduardo Stein, Representante Especial Conjunto de ACNUR y OIM para Refugiados y Migrantes Venezolanos. “A medida que las condiciones en el país continúan deteriorándose, todo empeorado por la pandemia de COVID-19, la gente continúa emprendiendo viajes que ponen en peligro la vida”.
Hay más de cinco millones de refugiados y migrantes venezolanos en todo el mundo, y se estima que 200.000 están alojados en el Caribe.
La tragedia es el último de varios incidentes relacionados con el vuelco de barcos que transportaban refugiados y migrantes venezolanos hacia islas del Caribe. El más reciente fue reportado cerca de la ciudad venezolana de Guiria en diciembre de 2020.
Con las fronteras terrestres y marítimas aún cerradas para limitar la transmisión del coronavirus, las agencias de la ONU dijeron que tales viajes se realizan a lo largo de rutas irregulares, lo que aumenta el peligro, así como los riesgos para la salud y la protección.
Establecer caminos seguros
“Los naufragios, las muertes trágicas en los cruces fronterizos y el sufrimiento adicional son evitables, pero solo si se moviliza una acción internacional inmediata y concertada para encontrar soluciones pragmáticas que pongan salvar vidas y proteger los derechos humanos al frente de cualquier respuesta”, dijo Stein.
“El establecimiento de vías regulares y seguras, incluso a través de visas humanitarias y reunificación familiar, así como la implementación de sistemas de entrada sensibles a la protección y mecanismos de recepción adecuados, pueden prevenir el uso de rutas irregulares, el contrabando y la trata”.
Tanto el ACNUR como la OIM han subrayado su disposición a brindar apoyo y experiencia técnica para estas medidas.
Las agencias de la ONU son co-líderes de una plataforma que coordina el trabajo de al menos 24 socios y gobiernos en todo el Caribe para satisfacer las necesidades de los refugiados y migrantes de Venezuela en la subregión.