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Militares asisten a ejercicios conjuntos de las fuerzas armadas de Rusia y Bielorrusia como parte de un ejercicio militar en el campo de tiro de Gozhsky en la región de Grodno, Bielorrusia, el 12 de febrero de 2022. — AFP

MOSCÚ: Los líderes occidentales dijeron el martes que estaban viendo señales positivas de que Rusia buscaba aliviar las tensiones sobre Ucrania, luego de que Moscú anunciara que retiraría algunas de las tropas desplegadas en las fronteras de su vecino.

En la primera retirada anunciada de entre más de 100.000 soldados que Rusia acumuló en la frontera con Ucrania, el Ministerio de Defensa en Moscú dijo que algunos soldados y equipos estaban regresando a las bases al final de los ejercicios planificados.

Los líderes occidentales habían acusado a Moscú de posicionar las tropas antes de una posible invasión de la Ucrania prooccidental, advirtiendo que cualquier ataque se enfrentaría a severas sanciones económicas.

Después de una reunión el martes con el canciller alemán Olaf Scholz en Moscú, el presidente Vladimir Putin dijo que Rusia “por supuesto” no quería la guerra y estaba dispuesta a buscar soluciones con Occidente.

“Estamos listos para seguir trabajando juntos. Estamos listos para emprender el camino de las negociaciones”, dijo Putin en una conferencia de prensa conjunta con Scholz, confirmando una “retirada parcial de tropas”.

El líder alemán se unió a otros en Occidente para expresar la esperanza de que se estén tomando medidas para reducir la tensión en la crisis.

“Que ahora estemos escuchando que algunas tropas están siendo retiradas es, en cualquier caso, una buena señal”, dijo Scholz.

“Para los europeos está claro que la seguridad duradera no se puede lograr contra Rusia sino solo con Rusia”.

‘Motivo de esperanza’

Moscú dio a conocer pocos detalles sobre la retirada de las tropas y no hubo confirmación externa inmediata.

El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo en Bruselas que aún no había “ninguna señal de desescalada sobre el terreno”, pero que había “motivos para un optimismo cauteloso”.

Un portavoz del gobierno francés dijo que era una “señal positiva” si las fuerzas rusas se retiraban, mientras que la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que “cada paso real de distensión sería un motivo de esperanza”.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que había “señales de una apertura diplomática” con Rusia, pero que la inteligencia sobre una posible invasión “todavía no era alentadora”.

La crisis, la peor entre Rusia y Occidente desde que terminó la Guerra Fría, alcanzó su punto máximo esta semana, cuando funcionarios estadounidenses advirtieron que era posible una invasión a gran escala, incluido un asalto a Kiev, en unos días.

Washington tomó el paso dramático el lunes de trasladar su embajada en Kiev a la ciudad occidental de Lviv, luego de instar previamente a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Ucrania.

El Ministerio de Defensa ruso anunció la retirada parcial el martes por la mañana, diciendo que algunas fuerzas desplegadas cerca de Ucrania habían terminado sus ejercicios y estaban empacando para partir.

“Las unidades de los distritos militares del sur y del oeste, habiendo completado sus tareas, ya comenzaron a cargar en el transporte ferroviario y por carretera y hoy comenzarán a trasladarse a sus guarniciones militares”, dijo en un comunicado el portavoz principal del ministerio, Igor Konashenkov.

No estaba claro de inmediato cuántas unidades estaban involucradas y qué impacto tendrían los retiros en la cantidad total de tropas que rodean a Ucrania.

Konashenkov dijo que los ejercicios militares rusos “a gran escala” continuaban en muchas áreas, incluidos ejercicios conjuntos en Bielorrusia y ejercicios navales en el Mar Negro y en otros lugares.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los periodistas que la retirada era el “proceso habitual” después de los ejercicios militares y culpó a Occidente por la crisis.

“Esto no es más que una campaña totalmente sin precedentes para provocar tensiones”, dijo, calificando las decisiones de trasladar embajadas al oeste de Ucrania como “histeria ostentosa”.

‘Cree lo que ves’

Ucrania dijo que los esfuerzos de disuasión contra Rusia parecían estar funcionando, pero que observaría si alguna retirada rusa era real.

“Tenemos una regla: no creas lo que escuchas, cree lo que ves. Cuando veamos una retirada, creeremos en una desescalada”, dijo a los periodistas el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.

En un movimiento separado que probablemente enojará a Kiev, los legisladores rusos votaron el martes para instar a Putin a reconocer dos regiones separatistas en el este de Ucrania como “estados soberanos e independientes”.

Esto permitiría a Rusia abandonar el plan de paz de los acuerdos de Minsk para el este de Ucrania y potencialmente mover tropas rusas, lo que le daría a Putin una mano fuerte para jugar en cualquier negociación futura con Kiev.

La Unión Europea condenó “enérgicamente” la medida, diciendo que violaría los acuerdos de Minsk que Moscú había firmado.

Rusia ha culpado repetidamente a Occidente de la crisis de Ucrania, diciendo que Estados Unidos y Europa occidental están ignorando las legítimas preocupaciones de seguridad de Rusia.

El Kremlin insiste en que la OTAN debe garantizar que Ucrania nunca será admitida como miembro y reducir su presencia en varios países de Europa del Este y exsoviéticos.

Rusia ya controla la península de Crimea que arrebató a Ucrania en 2014 y apoya a las fuerzas separatistas que han tomado el control de partes del este de Ucrania, en un conflicto que se ha cobrado más de 14.000 vidas.



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