El remanente explosivo de guerra que detonó cerca de una escuela el lunes también dejó heridos a otros cuatro niños que asistían a clases. Los doce eran niños.
La representante interina de UNICEF en el país, Alice Akunga, describió el incidente como un hecho que subraya la importancia de que la comunidad internacional brinde más apoyo a Afganistán, para que las autoridades puedan “limpiar los artefactos explosivos y los restos de guerra”.
“Igualmente importante es educar a los niños y sus comunidades sobre los riesgos y las medidas preventivas a tomar”, agregó.
UNICEF expresó sus más profundas condolencias a las familias de las víctimas y los heridos.
‘Proteger a los niños’
En 2020, a nivel mundial, los artefactos explosivos, incluidos los restos de guerra, fueron responsables de casi el 50 por ciento de todas las víctimas infantiles, lo que provocó la muerte y mutilación de más de 3900 niños, según UNICEF.
“Las escuelas, y sus alrededores, deben ser espacios seguros para que todos los niños aprendan y prosperen”, recordó la Sra. Akunga.
“UNICEF insta a todas las partes involucradas en Afganistán a tomar medidas concretas para despejar las áreas contaminadas por armas, proteger a los niños y mantenerlos fuera de peligro en todo momento”.