vie. Mar 29th, 2024


El primer fármaco, baricitinib, es un inhibidor de la cinasa de Janus (JAK), una clase de fármacos utilizados para tratar enfermedades autoinmunes, cánceres de la sangre y de la médula ósea y artritis reumatoide.

Según el Grupo de Desarrollo de Directrices de la OMS, se recomienda encarecidamente para pacientes con enfermedades graves o críticas en combinación con corticosteroides.

El grupo de expertos internacionales basó su recomendación en “evidencia de certeza moderada” de que mejora la supervivencia y reduce la necesidad de ventilación.

No se observó un aumento de los efectos adversos.

Los expertos señalan que tiene un efecto similar al de otros medicamentos para la artritis llamados inhibidores de la interleucina-6 (IL-6). Por eso, cuando ambos medicamentos están disponibles, sugieren elegir la mejor opción según el costo, la disponibilidad y la experiencia del médico.

No se recomienda usar ambos medicamentos al mismo tiempo.

Los expertos también desaconsejan el uso de otros dos inhibidores de JAK (ruxolitinib y tofacitinib) para pacientes con casos graves o críticos de infección por COVID-19.

Según ellos, los ensayos realizados con estos medicamentos no demostraron ningún beneficio derivado del uso de ninguno de los medicamentos y sugirieron un posible aumento de los efectos secundarios graves con tofacitinib.

Casos no graves

En la misma actualización, la OMS hace una recomendación condicional para el uso de un anticuerpo monoclonal conocido como sotrovimab en pacientes con casos no graves.

Según ellos, el medicamento solo debe administrarse a pacientes con mayor riesgo de hospitalización. En aquellos con menor riesgo, solo mostró “beneficios triviales”.

Anteriormente se hizo una recomendación similar para otro fármaco de anticuerpo monoclonal, casirivimab-imdevimab, y los expertos dicen que no hay datos suficientes para recomendar uno sobre el otro.

Los médicos preparan cilindros de oxígeno para usar en una sala de COVID-19 en un hospital de Uganda. © UNICEF/Maria Wamala

Para ambos, la efectividad frente a nuevas variantes, como Omicron, aún es incierta.

El grupo actualizará sus pautas para los anticuerpos monoclonales cuando haya más datos disponibles.

Recomendaciones

Estas recomendaciones se basan en nueva evidencia de siete ensayos en los que participaron más de 4000 pacientes con infecciones no graves, graves y críticas.

Desarrolladas por la OMS con el apoyo metodológico de MAGIC Evidence Ecosystem Foundation, las pautas brindan una guía confiable y ayudan a los médicos a tomar mejores decisiones con sus pacientes.

Según la agencia, las pautas son útiles en áreas de investigación de rápido movimiento, porque permiten a los investigadores actualizar los resúmenes de evidencia a medida que hay nueva información disponible.

La guía más reciente también actualiza las recomendaciones para el uso de bloqueadores del receptor de interleucina-6 y corticosteroides sistémicos para pacientes con COVID-19 grave o crítico; recomendaciones condicionales para el uso de casirivimab-imdevimab (otro tratamiento con anticuerpos monoclonales) en pacientes seleccionados; y contra el uso de plasma convaleciente, ivermectina e hidroxicloroquina, independientemente de la gravedad de la enfermedad.



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