La historia de Estados Unidos y sus presidencias tiene mucho material para explotar y retratar en películas y series durante mucho tiempo. Suele ocurrir que la adaptación de hechos de la vida real a la ficción puede volverse repetitiva o más o menos parecida hasta que aparece un contenido concreto que rompe con los esquemas. Este es el caso de Los fontaneros de la casa Blanca, una comedia de Max que narra un conocido escándalo en la sede del gobierno americano pero colocando a dos divertidos personajes como protagonistas.
Él caso Watergate Es uno de los escándalos políticos más notorios de la historia de Estados Unidos. Comenzó como un intento de espionaje político por parte del Comité para la Reelección del Presidente (CRP), asociado a la campaña de Nixon para su reelección en 1972. El 17 de junio de ese año, cinco hombres fueron arrestados por irrumpir en el Congreso Demócrata. Oficinas del partido en el complejo Watergate en Washington. Los hombres estaban conectados al CRP y portaban dispositivos de escucha y equipos de fotografía.
Mire el avance de Los plomeros de la Casa Blanca:
A medida que se desarrollaron las investigaciones, se reveló que la Casa Blanca estuvo involucrada en el encubrimiento del crimen. La conexión de Nixon con esto se convirtió en un tema central, especialmente después de que se descubrieron grabaciones de conversaciones en la Casa Blanca que demostraban su conocimiento de los hechos y su participación en el encubrimiento. La intervención de dos periodistas del Washington Post, Bob Woodward y Carl Bernstein, reveló el nivel casi nacional y por tanto fue imposible de encubrir.
Este hecho ha sido retratado varias veces en el cine y ahora es un clásico. la serie Los fontaneros de la Casa Blanca Narra estos hechos mostrando los planes de los agentes del gobierno pero desde una perspectiva cómica, quizás resaltando el (real) absurdo que realmente fue.

De la mano de Woody Harrelson y Justin Theroux, nos presentan a E. Howard Hunt y G. Gordon Liddy, dos miembros del grupo gubernamental clandestino llamado “Los Plomeros de la Casa Blanca”. Su función era impedir que la prensa revelara información comprometedora que la administración quería mantener oculta. Esta unidad secreta surgió tras el escándalo de los Papeles del Pentágono, que revelaron secretos sobre la Guerra de Vietnam. De esta forma, la principal tarea de los protagonistas de esta miniserie es salvaguardar la reputación del gobierno y del presidente, actuando en la sombra para proteger su imagen pública.
Esta miniserie se presenta como una sátira y una parodia. La serie narra las desventuras de este dúo de funcionarios encubiertos incompetentes y totalmente torpes mientras luchan por llevar a cabo una tarea aparentemente simple y cómo esta cadena de errores absurdos finalmente conduce a la renuncia de Richard Nixon como presidente de los Estados Unidos. Dos personajes desconocidos que provocaron el mayor escándalo de la historia de Estados Unidos.

“Es un drama, pero es muy divertido. Definitivamente caminamos sobre una línea muy fina. Este programa no tiene bromas en sentido estricto. No hay bromas. Sin embargo, todo lo que pasó es muy divertido. Aunque parezca inverosímil, así sucedió”, explicó su director David Mandel. La cuestión es que en la vida real había una especie de Marv y Harry protegiendo datos valiosos y de vital importancia.
Con una presumida puesta en escena setentera repleta de subtítulos con tipografía y ritmo télex, planos lejanos y música incidental característica, las interpretaciones ya reconocidas en la comedia de harrellson y Theroux Forman una forma divertida de retratar una parte real de la historia con una combinación única de ficción y hechos reales. Puedes ver esta miniserie de cinco episodios en máx..