Este jueves, la agencia de la ONU cerrará sus canales de redes sociales durante las próximas 18 horas para enviar un mensaje al mundo: #ReopenSchools para el aprendizaje en persona lo antes posible.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se une a UNICEF, junto con el Banco Mundial, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), la operación de ayuda humanitaria de la Comisión Europea, la Fundación LEGO y la comunidad de jóvenes mundiales WEF Global Shapers.
Derecho a la educación
Para UNICEF, el derecho a ir a la escuela es fundamental para el desarrollo, la seguridad y el bienestar de todos los niños. Sin embargo, en demasiados países, las aulas permanecen cerradas mientras continúan las reuniones sociales en restaurantes, salones y gimnasios.
La agencia cree que “esta generación de niños y jóvenes no puede permitirse más interrupciones en su educación”.
Las nuevas cifras de la UNESCO, publicadas este jueves, muestran que las escuelas ahora están completamente abiertas en 117 países, con 539 millones de estudiantes nuevamente en clase, que van desde el nivel preprimario hasta el secundario.
Esto representa el 35% de la población estudiantil total en todo el mundo, en comparación con el 16% que regresó a la escuela en septiembre de 2020, cuando las escuelas solo estaban abiertas, o parcialmente abiertas, en 94 países.
Alrededor de 117 millones de estudiantes, que representan el 7,5 por ciento del total, todavía se ven afectados por el cierre completo de escuelas en 18 países. El número de países con escuelas parcialmente abiertas ha disminuido de 52 a 41 durante el mismo período.
En todos los países que tuvieron cierres prolongados y completos de escuelas, la educación se impartió a través de una combinación de clases en línea, módulos impresos y clases a través de redes de radio y televisión.
Las escuelas pueden reabrir de forma segura
La UNESCO y sus socios de la Coalición Mundial por la Educación han estado abogando por la reapertura segura de las escuelas, instando a que el cierre total se utilice como medida de último recurso.
Desde el inicio de la pandemia, las escuelas estuvieron completamente cerradas durante un promedio de 18 semanas (4,5 meses) en todo el mundo. Si se tienen en cuenta los cierres parciales, la duración media de los cierres representa 34 semanas (8,5 meses) en todo el mundo, o casi un año académico completo.
Para la UNESCO, los dos últimos años académicos han provocado pérdidas de aprendizaje y un aumento de las tasas de deserción, lo que ha afectado de manera desproporcionada a los estudiantes más vulnerables.
Las escuelas en la mayoría de los países han adoptado algunas formas de protocolo de saneamiento, como el uso de máscaras, el uso de desinfectantes de manos, la mejora de la ventilación y el distanciamiento social, que también fueron clave para reabrir las escuelas el año pasado.
Algunos países también han introducido pruebas a gran escala, así como cierres temporales de aulas y escuelas cuando se detecta el virus.
Clave de vacunación
El aumento de las tasas de vacunación entre la población en general y el personal docente también ha sido un factor clave en la reapertura de las escuelas.
La vacunación de profesores se ha priorizado en unos 80 países, lo que ha permitido la inoculación de unos 42 millones de profesores. En un puñado de países, la vacunación de estudiantes de 12 años o más es un factor importante para determinar la reapertura total de las escuelas.
La acción para acelerar la recuperación de las pérdidas de aprendizaje sigue siendo un componente esencial de las respuestas educativas nacionales COVID-19. Para eso, la UNESCO dice que los maestros y educadores necesitan el apoyo y la preparación adecuados.
La conectividad y la reducción de la brecha digital también siguen siendo prioridades clave para desarrollar la resiliencia de los sistemas educativos y brindar oportunidades de aprendizaje híbrido.
Por esa razón, la UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial se han asociado en una iniciativa llamada Misión: Recuperar la educación 2021, que apoya a los gobiernos para que todos los alumnos vuelvan a la escuela, ejecuten programas para ayudarlos a ponerse al día con el aprendizaje perdido y preparar a los maestros para abordar pérdidas de aprendizaje e incorporar nueva tecnología digital.