La medida fue anunciada por Brandon Lewis, Secretario de Estado del Reino Unido para Irlanda del Norte, en julio, y prohibiría todos los enjuiciamientos relacionados con conflictos mediante la introducción de un estatuto de limitaciones que se aplicaría por igual a todos los incidentes relacionados con problemas.
Esto “instituiría efectivamente una amnistía de facto y una impunidad generalizada por las graves violaciones de derechos humanos cometidas durante ese período”, según los expertos.
Violación flagrante
“Expresamos gran preocupación porque el plan esbozado en la declaración de julio excluye la búsqueda de justicia y la rendición de cuentas por las graves violaciones de derechos humanos cometidas durante los disturbios, y frustra el derecho de las víctimas a la verdad y a un remedio efectivo por el daño sufrido, colocando a los Estados Unidos Reino en flagrante violación de sus obligaciones internacionales ”, dijeron en un comunicado.
Los expertos recordaron que al presentar el plan, el señor Lewis justificó las medidas afirmando que la justicia penal puede obstaculizar la verdad, la recuperación de información y la reconciliación.
Les preocupaba que esta justificación “combina la reconciliación con la impunidad”, y señalaron que la justicia penal es un pilar fundamental de los procesos de justicia transicional.
“Los componentes esenciales de un enfoque de justicia transicional – verdad, justicia, reparación, memorialización y garantías de no repetición – no pueden intercambiarse entre sí en un ejercicio de ‘escoger y elegir’”, enfatizaron.
Iniciativa de historia oral
Más de 3.500 personas murieron y otras 40.000 resultaron heridas durante los disturbios, que comenzaron a fines de la década de 1960.
La lucha entre las fuerzas británicas y el autodenominado Ejército Republicano Irlandés (IRA), y entre otros grupos paramilitares a través de la división sectaria católico-protestante en Irlanda del Norte, terminó, en su mayor parte, con la firma del Acuerdo del Viernes Santo en abril de 1998. .
La propuesta del Gobierno del Reino Unido prevé el establecimiento de un nuevo organismo independiente donde las personas podrán recibir información sobre sus seres queridos que murieron o resultaron heridos en el conflicto. También pide la adopción de una iniciativa de historia oral.
La verdad completa
“El plan propuesto no parece incluir medidas para establecer el alcance total de la verdad sobre las violaciones de derechos humanos perpetradas durante los disturbios y sobre las circunstancias, razones y responsabilidades que las llevaron”, dijeron los expertos.
Agregaron que la propuesta tampoco parece asegurar que esta verdad sea accesible para todas las víctimas y para la sociedad en su conjunto, con la debida consideración de las necesidades y la seguridad de las víctimas y con su pleno consentimiento.
Además, señalaron la aclaración insuficiente en torno a las declaraciones de reconocimiento propuestas por los diversos actores en los disturbios, y cómo esto cumpliría con los estándares internacionales con respecto a la provisión de disculpas públicas.
Voces independientes
Los dos expertos que emitieron el comunicado son Fabián Salvioli, relator especial de la ONU sobre la promoción de la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, y Morris Tidball-Binz, relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias.
Fueron nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y no son personal de la ONU ni son remunerados por la Organización.