El final del brote, el segundo en 2021, se declaró después de que no se reportaran nuevos casos al cabo de 42 días, el equivalente a dos períodos de incubación desde que se dio de alta el último caso confirmado.
En total, se notificaron 11 casos, incluidas seis muertes, desde que se confirmó el primer caso en Beni a principios de octubre.
Este fue el decimotercer brote del país (la enfermedad es endémica en la República Democrática del Congo) y se produjo en la misma zona que el brote principal de 2018, que se prolongó durante dos años.
‘Lecciones cruciales’
En total, más que 1.800 se vacunó a personas en una campaña que se inició apenas cinco días después de que se detectara el primer caso.
El brote marca la primera vez que se utiliza en el país la vacuna ERVEBO, que fue autorizada recientemente.
Para el director regional para África de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Matshidiso Moeti, “una vigilancia más sólida de la enfermedad, la participación de la comunidad, la vacunación dirigida y una respuesta rápida están contribuyendo a una contención más eficaz del ébola en la región”.
La Sra. Moeti también dijo que, durante este brote, el país pudo limitar las infecciones y salvar vidas. “Se están aprendiendo y aplicando lecciones cruciales con cada experiencia de brote”, dijo.
Respuesta rápida
En apoyo, la OMS envió expertos y suministros, y contribuyó con fondos para ayudar a contener el brote.
La respuesta incluyó medidas como rastreo de contactos, pruebas, vigilancia de enfermedades y esfuerzos de colaboración comunitaria.
La agencia señala que “seguridad impredecible y a veces volátil”Obstaculizó la respuesta en algunas localidades, ya que los trabajadores de salud y otros socorristas no pudieron llegar a áreas inseguras para monitorear contactos o administrar vacunas.
Abuso sexual
La prevención del abuso y la explotación sexuales durante el brote fue un pilar fundamental de la respuesta, dijo la OMS.
Se envió a un experto para capacitar al personal y los socios de la OMS, y todas las personas en el trabajo de campo recibieron capacitación y cada agencia asociada se vio obligada a firmar un código de conducta para evitar la explotación.
Los capacitadores trabajaron directamente con los miembros de la comunidad para crear conciencia sobre la explotación y el abuso sexuales y cómo denunciarlos de manera segura. Los anuncios por radio y los folletos en los idiomas locales también ayudaron a difundir el mensaje de tolerancia cero.
Con el final del brote, las autoridades sanitarias mantienen la vigilancia y están listas para responder rápidamente a cualquier brote. Según la OMS, no es inusual que se produzcan casos esporádicos después de un brote importante.
De hecho, los resultados de la secuenciación del genoma, realizada por el Instituto Nacional de Investigación Biomédica del país, encontraron que el primer caso probablemente representaba un caso residual del brote de ébola de 2018-2020.
El país ha puesto en marcha un Programa de Sobrevivientes del Ébola, que actualmente incluye a más de 1.100 personas de brotes anteriores en la provincia de Kivu del Norte.
Dos supervivientes del brote que acaba de terminar se han inscrito en el programa. Durante los próximos 18 meses recibirán chequeos mensuales, que incluyen evaluaciones médicas, apoyo psicológico y nutricional.