Los esfuerzos internacionales para frenar la variante delta del COVID-19 se han visto obstaculizados por su naturaleza particularmente virulenta, que ha provocado puntos críticos de hospitalizaciones y muertes en regiones con bajos niveles de vacunación y medidas limitadas de salud pública.
Tedros insistió en que existen soluciones al desafío, como el Plan Estratégico de Preparación y Respuesta.
Sin embargo, este plan necesita urgentemente mil millones de dólares adicionales. De manera similar, se lanzó un llamamiento de $ 7.7 mil millones para ampliar la iniciativa ACT-Accelerator, que proporciona pruebas, tratamientos, vacunas y equipo de protección para los trabajadores de la salud, junto con una mejor investigación y desarrollo en la próxima generación de herramientas de salud.
Injusticia de las vacunas: ‘Vergüenza para toda la humanidad’
En respuesta a los planes de algunos países para proporcionar inyecciones de refuerzo, Tedros emitió un recordatorio de que solo el 75 por ciento de todo el suministro de vacunas se ha destinado a solo 10 países, y que los países de bajos ingresos solo han vacunado alrededor del dos por ciento de su población.
Dada la enorme inequidad, el principal funcionario de la OMS pidió una moratoria temporal sobre los refuerzos, para garantizar que los suministros puedan trasladarse a los países que experimentan grandes picos de infección.
Si bien la OMS ha convocado a expertos en salud para debatir los datos disponibles sobre la eficacia de los refuerzos, la prioridad sigue siendo proporcionar las primeras inyecciones y proteger a los más vulnerables.
“La brecha entre los que tienen y los que no tienen sólo se hará más grande”, declaró, “si los fabricantes y líderes priorizan las inyecciones de refuerzo sobre el suministro a los países de ingresos bajos y medianos.
El jefe de la OMS dijo que en un mundo interconectado, en el que el virus COVID-19 está mutando rápidamente, los líderes nacionales deben comprometerse con la equidad de las vacunas y la solidaridad global para salvar vidas y ralentizar las variantes.
“La injusticia de las vacunas es una vergüenza para toda la humanidad”, agregó, “y si no la abordamos juntos, prolongaremos la etapa aguda de esta pandemia durante años cuando podría terminar en cuestión de meses”.
Salto significativo en infecciones
Mientras tanto, en declaraciones a la prensa en la sesión informativa semanal de COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F.Etienne, directora de la agencia regional de la ONU, dijo que, durante la última semana, 1.4 millones de casos de COVID-19 y se han reportado casi 20.000 muertes en las Américas.
La Sra. Etienne destacó a América del Norte y México como regiones de especial preocupación, con los casos en los Estados Unidos aumentando en más de un tercio y los casos canadienses en más de la mitad. En México, se ha considerado que más de dos tercios de los estados tienen un riesgo “alto” o “crítico” a medida que los hospitales se llenan de pacientes con COVID-19.
La región del Caribe también está experimentando un aumento en las infecciones y muertes: en Jamaica los casos aumentaron en un 49% y las muertes en un 70%, mientras que en Dominica, Martinica y Guadalupe se registran aumentos pronunciados.
A pesar de estas cifras, solo una de cada cinco personas se ha vacunado por completo contra el COVID-19 en la región de América Latina y el Caribe, y en algunos países menos del cinco por ciento de las personas han sido vacunadas por completo.
Evite la complacencia
La noticia fue más positiva en América del Sur, y la mayoría de los países vieron una caída en los casos nuevos.
Por primera vez desde noviembre, la ocupación de hospitales en Brasil es inferior al 80 por ciento en todos los estados.
Sin embargo, al señalar que la transmisión sigue siendo muy activa, la Sra. Etienne advirtió contra la complacencia.