WASHINGTON: Estados Unidos desplegó el miércoles varios miles de soldados para reforzar las fuerzas de la OTAN en Europa del Este, mientras los líderes de Francia y Alemania anunciaron viajes a Moscú para abordar los temores occidentales de una invasión de Ucrania.
Con Rusia negándose a retirar 100.000 soldados apostados en las fronteras de Ucrania, 1.000 soldados estadounidenses en Alemania están siendo enviados a Rumania, y otros 2.000 estacionados en los Estados Unidos están siendo trasladados a Alemania y Polonia.
“Mientras (el presidente Vladimir Putin) actúe agresivamente, nos aseguraremos de tranquilizar a nuestros aliados de la OTAN en Europa del Este de que estamos allí”, dijo el presidente Joe Biden después de que se anunciaran los despliegues.
En respuesta, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexander Grushko, dijo que la medida dificultaría un compromiso entre las dos partes y calificó los despliegues de Estados Unidos como “pasos destructivos, que aumentan la tensión militar y reducen el margen de decisión política”.
Las potencias occidentales se han involucrado en intensos esfuerzos diplomáticos, junto con la amenaza de sanciones contra el círculo íntimo de Putin, para disuadir lo que temen que sea una inminente invasión de la ex Unión Soviética, a pesar de las enérgicas negativas de Moscú.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, anunció el miércoles que pronto viajaría a Moscú para discutir la crisis, mientras que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que un viaje similar podría estar en las cartas, dependiendo de las próximas conversaciones con otros líderes mundiales.
Biden y Macron se comprometieron a coordinar su respuesta a la crisis en una llamada telefónica el miércoles, mientras que la oficina del líder francés dijo que volvería a hablar con Putin el jueves por la noche.
Sin tropas estadounidenses en Ucrania
En Washington, el portavoz del Pentágono, John Kirby, enfatizó que los movimientos de tropas estadounidenses debían demostrar su compromiso con la alianza de la OTAN y que no se enviarían soldados estadounidenses a luchar en Ucrania, que no es miembro de la OTAN.
Pero es poco probable que eso tranquilice a Putin, quien acusó a Estados Unidos y la OTAN de tratar de “contener” a Rusia colocando tropas y armas estratégicas en su frontera.
“Ucrania en sí misma es solo una herramienta para lograr este objetivo”, dijo Putin el martes en sus primeros comentarios importantes en semanas sobre la crisis.
Putin ha exigido garantías de que Ucrania no se unirá a la OTAN y ha amenazado implícitamente al antiguo estado soviético con una acumulación militar masiva.
Rusia también quiere que la OTAN y Estados Unidos renuncien al despliegue de sistemas de misiles cerca de las fronteras de Rusia y que retiren las fuerzas de la OTAN en Europa del Este.
Putin ha dejado la puerta abierta a las conversaciones, diciendo que estaba estudiando las propuestas occidentales presentadas el mes pasado en respuesta a las demandas de Rusia, y que esperaba que “al final encontremos una solución”.
Pero en una llamada telefónica con el primer ministro británico, Boris Johnson, el miércoles, señaló “la falta de voluntad de la OTAN para responder adecuadamente a las bien fundadas preocupaciones rusas”, dijo el Kremlin.
El Kremlin también afirmó que tenía el apoyo de China en el enfrentamiento, un respaldo que se demostraría cuando Putin se reúna con el presidente Xi Jinping en Beijing el viernes.
Esfuerzos diplomáticos
El primer ministro holandés, Mark Rutte, fue el último líder de la OTAN en visitar Kiev el miércoles en una muestra de apoyo, reuniéndose con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.
Después de las conversaciones, Zelensky dijo que Ucrania se centró “solo en la paz”, pero insistió en que tiene derecho a defenderse.
Rutte dijo que era “esencial que continúe el diálogo” entre Rusia y los otros jugadores.
Citando documentos filtrados, el periódico español El País informó que las propuestas occidentales a Rusia, establecidas en cartas de la OTAN y Estados Unidos el mes pasado, incluyen control de armas y medidas de fomento de la confianza para calmar la situación.
Si bien no se ofreció una garantía contra el ingreso de Ucrania en la OTAN, los documentos propusieron compromisos por parte de Estados Unidos y Rusia “de abstenerse de desplegar sistemas de misiles ofensivos lanzados desde tierra y fuerzas permanentes con misión de combate en el territorio de Ucrania”, informó El País.
“No hicimos público este documento”, dijo Kirby, sin negar su autenticidad.
Dijo que confirmó que “la OTAN y sus socios están unidos en su determinación y abiertos a una diplomacia seria y constructiva”.
¿Invasión ‘inminente’?
En un cambio de lenguaje, la Casa Blanca dijo el miércoles que ya no se referiría a una invasión rusa de Ucrania como “inminente”, explicando que la palabra implicaba que Putin ya había tomado la decisión de atacar.
El uso de la palabra por parte de la secretaria de prensa Jen Psaki la semana pasada generó críticas de Ucrania.
Psaki dijo que generalmente se refería a que Putin colocaba tropas en una posición en la que “podrían invadir en cualquier momento”.
Las tensiones con Occidente se han agravado aún más por los planes de ejercicios militares conjuntos entre Rusia y la vecina Bielorrusia, donde Washington afirma que Moscú se está preparando para enviar 30.000 soldados.
Las imágenes de video publicadas por el Ministerio de Defensa ruso mostraron tanques a toda velocidad a través de campos nevados en Bielorrusia y helicópteros de combate volando por encima mientras las unidades de ambos países practicaban antes de los simulacros del 10 al 20 de febrero.
La OTAN dio la bienvenida al nuevo despliegue de tropas estadounidenses, y el secretario general Jens Stoltenberg dijo que la alianza “hará todo lo que sea necesario para proteger y defender a todos los aliados”.