KABUL (AP) — Hombres armados irrumpieron el sábado en un templo sij en la capital afgana, arrojaron al menos una granada e hirieron a dos personas, dijeron testigos y el Ministerio del Interior.
Si bien la cantidad de atentados con bombas ha disminuido en todo el país desde que los talibanes tomaron el poder en agosto, varios ataques fatales han sacudido el país en los últimos meses.
“Escuché disparos y explosiones provenientes del gurdwara”, dijo a la AFP Gurnam Singh, un líder de la comunidad sij.
El portavoz del Ministerio del Interior, Abdul Nafi Takor, dijo que la explosión de una granada hirió a dos miembros de la comunidad sij.
Minutos después un carro bomba detonó en la zona pero no causó víctimas, agregó.
Singh, que estaba cerca del lugar, dijo que el número de víctimas podría aumentar.
“Generalmente a esa hora de la mañana tenemos varios devotos sikh que vienen a ofrecer oraciones en el gurdwara”, dijo.
El número de sijs que viven en Afganistán se ha reducido a unos 200 en comparación con el medio millón de la década de 1970.
A lo largo de los años, la comunidad se ha enfrentado a repetidos ataques y al menos 25 personas murieron en marzo de 2020 cuando hombres armados irrumpieron en un templo sij.
Daish se atribuyó la responsabilidad de ese ataque, que obligó a muchos sijs a abandonar el país incluso antes de que los talibanes volvieran al poder.
Daish tiene un historial de atacar a los afganos sijs, hindúes y otros miembros de comunidades minoritarias, incluidos los musulmanes chiítas y sufíes.
Una serie de atentados golpeó el país durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, que finalizó en Afganistán el 30 de abril, algunos de ellos reivindicados por Daish.
El más mortífero fue en la ciudad norteña de Kunduz, donde una bomba dirigida a fieles sufíes destrozó una mezquita y mató al menos a 36 personas.
Los talibanes han buscado un Afganistán libre de fuerzas extranjeras, mientras que Daish quiere un califato islámico que se extienda desde Turquía hasta Pakistán y más allá.
Los funcionarios talibanes insisten en que sus fuerzas han derrotado a Daish, pero los analistas dicen que el grupo sigue siendo un desafío clave para la seguridad.