El estudio encontró que incluso el Ártico y otras regiones previamente no afectadas por incendios forestales enfrentan un riesgo elevado.
Los autores piden un cambio radical en la respuesta del gobierno que se centre en la prevención y la preparación.
Apoyo e inversión
Dijeron que actualmente, el dinero a menudo se está poniendo en el lugar equivocado.
“Los trabajadores de los servicios de emergencia y los bomberos en primera línea que arriesgan sus vidas para combatir los incendios forestales necesitan apoyo. Tenemos que minimizar el riesgo de incendios forestales extremos estando mejor preparados: invertir más en la reducción del riesgo de incendios, trabajar con las comunidades locales y fortalecer el compromiso mundial para luchar contra el cambio climático”. dijo Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA.
El informe, titulado Extendiéndose como un reguero de pólvora: la creciente amenaza de incendios extraordinarios en el paisaje, se ha publicado antes de la reanudación de la sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que tendrá lugar en Nairobi, Kenia, la próxima semana.
Asistirán representantes de 193 países.
Salud y vida silvestre afectada
Los incendios forestales afectan de manera desproporcionada a las naciones más pobres del mundo, con impactos que duran mucho después de que las llamas se calman, lo que impide el progreso hacia el desarrollo sostenible y profundiza las desigualdades sociales.
El humo de los incendios forestales afecta directamente la salud de las personas, por ejemplo, causando impactos respiratorios y cardiovasculares, mientras que el costo de la reconstrucción puede estar fuera del alcance de los países de bajos ingresos.
La vida silvestre, así como los hábitats naturales, rara vez se salvan. Los incendios forestales incluso han empujado a algunas especies de animales y plantas más cerca de la extinción. Se estima que los incendios forestales de 2020 en Australia acabaron con miles de millones de animales domésticos y salvajes.
Enlace climático
Los incendios forestales y el cambio climático se “exacerban mutuamente”, según el informe.
“Los incendios forestales empeoran con el cambio climático a través del aumento de la sequía, las altas temperaturas del aire, la baja humedad relativa, los rayos y los fuertes vientos, lo que resulta en temporadas de incendios más cálidas, secas y prolongadas”, dijo el PNUMA.
“Al mismo tiempo, los incendios forestales empeoran el cambio climático, principalmente al devastar ecosistemas sensibles y ricos en carbono como las turberas y las selvas tropicales. Esto convierte los paisajes en yesqueros, lo que hace que sea más difícil detener el aumento de las temperaturas”.
El informe subraya la necesidad crítica de comprender mejor el comportamiento de los incendios forestales. La prevención exige una combinación de datos y sistemas de monitoreo basados en la ciencia con el conocimiento indígena, y una cooperación regional e internacional más fuerte.
‘Fórmula lista para el fuego’
Se insta a los gobiernos a adoptar la llamada “fórmula Fire Ready”, que requiere que dos tercios del gasto se dediquen a la planificación, prevención, preparación y recuperación, y un tercio a la respuesta.
Actualmente, las respuestas directas a los incendios forestales reciben más de la mitad de los gastos relacionados, con menos del uno por ciento asignado a la planificación y prevención, según el informe.
Los autores piden además normas internacionales más estrictas para la seguridad y la salud de los bomberos y para reducir las amenazas a las que se enfrentan en el trabajo.
Esto incluye crear conciencia sobre los riesgos de la inhalación de humo, minimizar el potencial de atrapamientos que pongan en peligro la vida y brindarles acceso a hidratación, nutrición, descanso y recuperación adecuados entre turnos.