Tor Wennesland dijo a los miembros del Consejo que “los recientes acontecimientos sobre el terreno son preocupantes”, y señaló la situación en Cisjordania y Gaza y los desafíos que enfrenta la Autoridad Palestina.
“Por lo tanto, enfatizo nuevamente la importancia de los esfuerzos concertados de las partes para calmar las cosas sobre el terreno. Me preocupa que si no actuamos con rapidez y decisión, corremos el riesgo de sumergirnos en otra escalada mortal de violencia.“, él advirtió.
Informó que, en el último mes, la violencia provocó la muerte de cuatro palestinos, incluidos dos niños, y heridas a otros 90, incluidos 12 niños, debido a la acción de las Fuerzas de Seguridad de Israel.
Un civil israelí murió en el mismo período y nueve civiles, entre ellos una mujer y un niño, y seis miembros de las ISF resultaron heridos.
Desafíos
Wennesland dijo que una severa crisis fiscal y económica amenaza la estabilidad de las instituciones palestinas en Cisjordania.
Al mismo tiempo, agregó, “la violencia en curso y las medidas unilaterales, incluida la expansión de asentamientos israelíes y las demoliciones, continúan aumentando las tensiones, alimentando la desesperanza, erosionando la posición de la Autoridad Palestina y disminuyendo aún más la perspectiva de un regreso a negociaciones significativas”.
En Gaza, el cese de hostilidades continúa, pero el Enviado Especial argumentó que “todas las partes necesitan más pasos para garantizar una solución sostenible que, en última instancia, permita el regreso de las instituciones legítimas del Gobierno palestino a la Franja”.
Asentamientos
El Coordinador Especial también dijo que “La violencia relacionada con los colonos se mantiene en niveles alarmantemente altos”.
En total, los colonos y otros civiles israelíes en la Cisjordania ocupada perpetraron unos 54 ataques contra palestinos que resultaron en 26 heridos. Los palestinos perpetraron 41 ataques contra colonos israelíes y otros civiles, que resultaron en una muerte y nueve heridos.
Wennesland destacó algunos anuncios de unidades de vivienda en asentamientos, reiterando que “todos los asentamientos son ilegales según el derecho internacional y siguen siendo un obstáculo sustancial para la paz”.
Mientras tanto, las autoridades israelíes también han adelantado planes para unas 6.000 viviendas para palestinos en el barrio ocupado de Jerusalén Oriental de al-Issawiya y unas 1.300 viviendas para palestinos que viven en la Zona C (una de las zonas administrativas de la ocupada Cisjordania, acordado en el Acuerdo de Oslo).
El Enviado Especial acogió con beneplácito esos pasos, pero instó a Israel a avanzar en más planes y emitir permisos de construcción para todos los planes aprobados previamente para los palestinos en el Área C y Jerusalén Este.
Entrega de ayuda humanitaria
Pasando a Gaza, el Enviado Especial dijo que prosiguieron los esfuerzos humanitarios, de recuperación y reconstrucción, junto con otras medidas para estabilizar la situación sobre el terreno.
Llamó a la flexibilización gradual de las restricciones a la entrada de mercancías y personas “alentadoras”, pero dijo que la situación económica, de seguridad y humanitaria “sigue siendo motivo de grave preocupación”.
El Enviado Especial también mencionó la precaria situación financiera de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), que todavía carece de 60 millones de dólares para mantener los servicios esenciales este año.
La agencia aún tiene que pagar los salarios de noviembre de más de 28.000 miembros del personal de la ONU, incluidos maestros, médicos, enfermeras y trabajadores de saneamiento, muchos de los cuales mantienen a familias extendidas, particularmente en la Franja de Gaza, donde el desempleo es alto.