dom. Mar 16th, 2025


Antonio Guterres habló en Nueva York en la segunda sesión de la Conferencia sobre el establecimiento de una zona libre de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva en Oriente Medio.

Desde 1967, se han establecido cinco de esas zonas en todo el mundo: América Latina y el Caribe, Pacífico Sur, Sudeste de Asia, África y Asia Central. Incluyen el 60 por ciento de todos los Estados miembros de la ONU y cubren casi todo el hemisferio sur.

Para el Secretario General, ampliar esas zonas ayudaría a construir un mundo más seguro.

“Ese es particularmente el caso en el Medio Oriente, donde persisten las preocupaciones sobre los programas nucleares, y donde los conflictos y las guerras civiles están causando un gran número de víctimas civiles y sufrimiento, socavando la estabilidad y perturbando el desarrollo social y económico”, explicó el Sr. Guterres.

Acuerdo de Irán

El jefe de la ONU también reiteró su llamado a todas las partes a que actúen con moderación y eviten la escalada.

En este contexto, destacó el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), conocido comúnmente como Acuerdo Nuclear de Irán, y dijo que el regreso al diálogo es “un paso importante”.

El JCPOA fue firmado por Irán junto con la Unión Europea y cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos. Sin embargo, Washington se retiró en mayo de 2018, bajo la administración anterior. Las conversaciones sobre el programa nuclear de Irán y la reactivación del JCPOA se reanudaron esta semana en Viena.

“Todas las partes deben asegurar que este valioso instrumento siga siendo efectivo”, argumentó.

Para el Sr. Guterres, las consecuencias positivas de un Oriente Medio libre de armas nucleares se extenderían más allá del control nuclear.

“Fortalecerá las prohibiciones internacionales de armas químicas y biológicas. Generará confianza, reducirá tensiones y evitará conflictos y sufrimiento humano ”, argumentó.

Según él, también reduciría las carreras armamentistas regionales y liberaría recursos muy necesarios para abordar los principales desafíos, incluido el COVID-19, el cambio climático y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

‘Nuevos extremos’

El presidente de la Asamblea General, Abdulla Shahid, también se dirigió a la Conferencia, señalando algunos avances como la entrada en vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, la renovación del tratado START entre Estados Unidos y Rusia, y la conversaciones en curso sobre el JCPOA.

Sin embargo, advirtió que la capacidad destructiva de los Estados miembros “ha llegado a nuevos extremos”, y muchos siguen invirtiendo, innovando y fabricando este tipo de armas.

Abdulla Shahid, presidente de la 76a sesión de la Asamblea General de la ONU, por UN Photo / Cia Pak

“No está fuera del ámbito de la posibilidad que, en nuestra trayectoria actual, cada pequeña disputa geopolítica pueda desencadenar consecuencias globales catastróficas”, dijo.

Diplomacia y buena fe

Actualmente, se estima que existen unas 15.000 armas nucleares en el mundo. La Asamblea General ordenó un Oriente Medio libre de armas nucleares, por primera vez, en 1974.

Como en otras regiones, argumentó el Sr. Shahid, la geopolítica de esta parte del mundo es compleja y cualquier arreglo requerirá una diplomacia sólida y negociaciones basadas en la buena fe.

“La adición de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva a la política de la región complicará un proceso que ya es desafiante, socavando la confianza y presagiando consecuencias existenciales”, argumentó.

Finalmente, el Presidente de la Asamblea General señaló que no hay suficientes estados que hayan firmado y ratificado el Tratado de Prohibición Completa de Pruebas (CTBT), veinticinco años después de su adopción.

También señaló a la Décima Conferencia de Revisión de las Partes del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares, que tendrá lugar en Nueva York en enero, como una oportunidad para renovar compromisos.



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