WASHINGTON (AP) — Las sobredosis de drogas mataron a más de 100,000 personas en Estados Unidos en 2021, según mostraron datos el miércoles, cuando la pandemia de COVID-19 exacerbó una crisis impulsada por el fentanilo y las píldoras falsas en línea.
Los expertos dicen que las personas con trastornos por uso de sustancias se han visto muy afectadas por las interrupciones de la vida diaria, mientras que las autoridades están incautando cantidades récord de medicamentos falsificados y, en ocasiones, mortales en México.
Los datos provisionales del Centro Nacional de Estadísticas de Salud mostraron que hubo 107.622 muertes en el año calendario, un aumento del 15% con respecto a las 93.655 de 2020.
Pero había señales de que la explosión estaba disminuyendo, con el aumento de 2021 a la mitad de lo que era hace un año. Las muertes por sobredosis aumentaron un 30% de 2019 a 2020.
El fentanilo, un opioide sintético desarrollado para tratar los síntomas del dolor crónico, fue por mucho el mayor culpable, responsable de 71.238 muertes.
Le siguieron las metanfetaminas cristalinas (meth), la cocaína y los opioides naturales (como la heroína y la morfina).
“Es inaceptable que perdamos una vida por sobredosis cada cinco minutos durante todo el día”, dijo Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, en un comunicado.
El mes pasado, la administración del presidente Joe Biden anunció una estrategia nacional de control de drogas para abordar la crisis centrada en la adicción y el tráfico no tratados.
Las cifras de la encuesta de 2020 mostraron que entre los 41,1 millones de personas que necesitaban tratamiento por trastornos por uso de sustancias (SUD), solo 2,7 millones (6,5%) habían recibido tratamiento en un centro especializado en el último año.
La administración busca ampliar el acceso a tratamientos que salvan vidas, como naloxona, tiras reactivas para pruebas de detección de drogas y programas de servicios de jeringas.
También ha solicitado un aumento de presupuesto para las agencias de control de fronteras y antidrogas para detener el flujo de drogas ilegales.