DOHA: Los talibanes mantendrán conversaciones conjuntas cara a cara con enviados europeos y estadounidenses, dijo la UE el lunes, mientras los líderes afganos prosiguen su impulso diplomático para obtener apoyo internacional.
Los nuevos gobernantes de Afganistán buscan reconocimiento, así como asistencia para evitar un desastre humanitario, luego de que regresaron al poder en agosto tras la retirada de las tropas estadounidenses después de 20 años de guerra.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó al mundo a donar más dinero a Afganistán para evitar su colapso económico, pero también criticó las promesas “incumplidas” de los talibanes a las mujeres y niñas afganas.
La portavoz de la UE, Nabila Massrali, dijo que funcionarios de Estados Unidos y Europa se reunirán con representantes de las nuevas autoridades de Afganistán para mantener conversaciones facilitadas por Qatar en Doha el martes.
Dijo que la reunión “permitirá a Estados Unidos y Europa abordar cuestiones”, incluido el paso libre para las personas que quieran irse, el acceso a ayuda humanitaria, el respeto por los derechos de las mujeres y la prevención de que Afganistán se convierta en un refugio para grupos “terroristas”.
“Este es un intercambio informal a nivel técnico. No constituye un reconocimiento del ‘gobierno interino'”, dijo.
Los talibanes necesitan desesperadamente aliados, ya que la economía de Afganistán se encuentra en un estado lamentable con la ayuda internacional cortada, los precios de los alimentos suben y el desempleo se dispara.
El régimen, que aún no ha sido reconocido como un gobierno legítimo por ningún otro país, también se enfrenta a la amenaza del Estado Islámico-Khorasan (IS-K), que ha lanzado una serie de ataques mortales.
El ministro de Relaciones Exteriores interino de los talibanes, Amir Khan Muttaqi, anunció anteriormente una reunión con la UE, días después de que dirigiera sus primeras conversaciones en persona con funcionarios estadounidenses desde la retirada estadounidense.
“Queremos relaciones positivas con todo el mundo. Creemos en relaciones internacionales equilibradas. Creemos que una relación tan equilibrada puede salvar a Afganistán de la inestabilidad”, dijo Muttaqi en declaraciones traducidas en un evento en Qatar.
Antes de las conversaciones, el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo que el bloque estaba buscando reforzar su ayuda directa al pueblo afgano en un esfuerzo por evitar el “colapso”.
“No podemos ‘esperar y ver’. Necesitamos actuar, y actuar rápidamente”, dijo Borrell después de las discusiones con los ministros de desarrollo de la UE.
La comunidad internacional se enfrenta a un duro acto de equilibrio al tratar de hacer llegar la ayuda que se necesita con urgencia para los afganos sin respaldar el gobierno de los talibanes.
Guterres subrayó el descontento con los talibanes por su trato a las mujeres a pesar de que prometió que no repetiría su anterior gobierno de línea dura.
“Estoy particularmente alarmado al ver que las promesas hechas a las mujeres y niñas afganas por los talibanes se rompen”, dijo a los periodistas.
Sin la participación de las mujeres “no hay forma de que la economía y la sociedad afganas se recuperen”, dijo Guterres.
– Advertencia de seguridad –
A los niños afganos se les permitió regresar a las escuelas secundarias hace tres semanas, pero a las niñas se les ha dicho que se queden en casa junto con las maestras en gran parte del país, aunque pueden asistir a la escuela primaria.
Cuando se le preguntó sobre la exclusión de las niñas, Muttaqi dijo que las escuelas habían sido cerradas debido al Covid-19, una amenaza que, según él, había disminuido.
“Covid … se ha controlado y las incidencias son muy pocas, y con la reducción de ese riesgo, ya se inició la apertura de escuelas y cada día va en aumento”, dijo.
Muttaqi también insistió en que no había discriminación contra la comunidad chií y también afirmó que IS-K estaba siendo domesticado.
“Cualesquiera que sean los preparativos que hayan hecho, han sido neutralizados en un 98 por ciento”, dijo.
IS-K reclamó un bombardeo de una mezquita chií que mató a más de 60 personas el viernes, el ataque más mortífero desde que los talibanes recuperaron el poder.
Al subrayar la inestable situación de seguridad, Estados Unidos y Gran Bretaña advirtieron a sus ciudadanos el lunes que evitaran los hoteles en Afganistán y señalaron un hotel en Kabul.
“Los ciudadanos estadounidenses que se encuentren en o cerca del hotel Serena deben irse de inmediato”, dijo el Departamento de Estado estadounidense, citando “amenazas a la seguridad” en el área.
El Serena, una instalación de lujo popular entre los viajeros de negocios y los huéspedes extranjeros, ha sido dos veces blanco de ataques de los talibanes.
En 2014, pocas semanas antes de las elecciones presidenciales, cuatro adolescentes armados con pistolas escondidas en los calcetines lograron penetrar varias capas de seguridad, matando a nueve personas, incluido un periodista de AFP y miembros de su familia.