Diez “cascos azules” egipcios desarmados, que fueron recientemente desplegados en la misión, resultaron heridos en el incidente, que ocurrió en la capital, Bangui, el lunes.
El personal de mantenimiento de la paz había llegado al aeropuerto internacional de M’Poko como parte de la rotación periódica y el despliegue de tropas en el país. Se dirigían a su base cuando fueron atacados intensamente por la guardia presidencial, dijo la MINUSCA en un comunicado ese día.
Al intentar retirarse del área, ubicada a unos 120 metros de la residencia presidencial, su autobús golpeó accidentalmente y mató a una mujer transeúnte.
Fuerte condena
El jefe de la ONU ha condenado enérgicamente el ataque, dijo su portavoz Stéphane Dujarric en un comunicado emitido el jueves.
“El Secretario General enfatiza que los ataques contra el personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas pueden constituir un crimen de guerra”, dijo el Sr. Dujarric.
“Pide a las autoridades centroafricanas que no escatimen esfuerzos para investigar y responsabilizar sin demora a los autores de este ataque inaceptable”.
El Secretario General deseó una pronta y plena recuperación al personal de mantenimiento de la paz herido y también expresó su más sentido pésame a la familia del civil muerto durante el incidente.
El Sr. Guterres también subrayó su agradecimiento al pueblo y al Gobierno de Egipto por su contribución a la paz y la estabilidad en la República Centroafricana.
Más de 14.000 uniformados están sirviendo en la MINUSCA, que ha estado en el país desde 2014, luego de la violencia mortal entre milicias principalmente cristianas y principalmente musulmanas.
El Secretario General también reafirmó la solidaridad de la ONU y el apoyo continuo a la República Centroafricana.