lun. Abr 29th, 2024



Hicieron un llamamiento a los gobiernos para que prioricen la acción integrada por el agua y el clima, en beneficio de las personas y del planeta, para garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

“El cambio climático está afectando dramáticamente el ciclo del agua, haciendo que las sequías e inundaciones sean más extremas y frecuentes y disminuyendo el almacenamiento natural de agua en el hielo y la nieve. El aumento de la temperatura y la variabilidad en los patrones de flujo de los cuerpos de agua también afectan fuertemente la calidad del agua tanto en la superficie como en el agua subterránea ”, dijeron.

El ‘conector climático’

La carta enumeraba impactos adicionales, ya que los patrones cambiantes de precipitación ya están afectando la agricultura, los sistemas alimentarios y los medios de vida, así como los ecosistemas y la biodiversidad. Mientras tanto, el aumento del nivel del mar amenaza a las comunidades, la infraestructura, los entornos costeros y los acuíferos.

Los socios citaron un informe reciente del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, que encontró que más de un tercio de los niños del mundo, unos 920 millones de niños y niñas, están actualmente gravemente expuestos a la escasez de agua.

Agregaron que el Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo 2020 enfatizó aún más que el agua es el “conector climático” que permite una mayor colaboración en la mayoría de los objetivos globales para la respuesta climática, el desarrollo sostenible y la reducción del riesgo de desastres.

Acción para los gobiernos

La carta fue firmada por los jefes de la OMM, UNICEF, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); la Organización Mundial de la Salud (OMS); el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA); el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); la Universidad de las Naciones Unidas (UNU); la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE) y la Asociación Mundial para el Agua (GWP).

Esbozaron varias prioridades urgentes, como la integración del agua y el clima a través de la planificación de la adaptación y la resiliencia a nivel nacional y regional, y la promoción y financiación de sistemas globales de monitoreo del agua para proporcionar información oportuna sobre la disponibilidad actual y futura de agua.

Otras recomendaciones incluyen el apoyo a la cooperación técnica, política y científica, y la promoción de “un enfoque proactivo” para el manejo de inundaciones y sequías centrado en los pilares de monitoreo, pronóstico y alerta temprana; evaluación de vulnerabilidad e impacto; y preparación, mitigación y respuesta.



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