Camerún se encuentra en la costa atlántica donde se encuentran África occidental y central. Fue nombrado “Río dos Camarões” o “Río de Gambas”, por los exploradores portugueses, debido a la abundancia de crustáceos que descubrieron en la zona.
Anastasie Obama ha sido nombrada Héroe de la Alimentación de la FAO y antes del Día Internacional de las Mujeres Rurales que se celebra anualmente el 15 de octubre, ha estado hablando con la ONU.
“Cuando era pequeña, siempre me fascinaba ver a las mujeres preparando mariscos. Cuando tenía siete años y todavía iba a la escuela, le compraba camarones a mi tía, los fumaba y luego los vendíamos. Así comenzó mi negocio en Yaundé, la capital de Camerún, hace algunos años.
Solía cortar leña en casa y fumar y distribuir en el pueblo. Fue una operación pequeña y ni siquiera tenía horno. Mi esposo fue un gran apoyo, comencé a conseguir más clientes y nuestros camarones se vendían en el extranjero.
Con los pocos medios que tenemos los fumadores de camarón, vendemos y obtenemos una pequeña ganancia para cubrir nuestro costo. No es suficiente, pero nos las arreglamos.
Hoy en día, el camarón es el principal producto de exportación de mariscos de Camerún. Escuché que el sector del camarón emplea alrededor de 1.500 personas y creo que el camarón es un alimento saludable que muchos consumen.
Uno de los problemas que enfrentamos es que nos cuesta conseguir mariscos frescos y conservarlos.
La pandemia de COVID-19 ha deprimido aún más el mercado local. Si tuviéramos algo de capital, obtendríamos una cámara fría para guardar nuestro pescado y solo lo ahumaríamos cuando tuviéramos un pedido.
Yo y otros en el negocio hemos recibido el apoyo de FISH4ACP, una iniciativa global para el desarrollo sostenible de la pesca y la acuicultura en África, el Caribe y el Pacífico.
Nos está ayudando a desbloquear el potencial del sector del camarón en Camerún y nos apoya para hacer que esta cadena de valor sea más competitiva y sostenible.
En última instancia, esto mejorará nuestros medios de vida y contribuirá al crecimiento económico, una mayor seguridad alimentaria y una reducción de la huella ecológica del sector.