La Asamblea acordó aplazar la acción, lo que significa que los actuales embajadores de los dos países permanecerán en el lugar por el momento.
Las autoridades de facto del Talibán en Afganistán, así como los gobernantes militares en Myanmar, habían buscado reemplazar a los enviados, quienes fueron nombrados por gobiernos democráticamente elegidos que fueron depuestos este año.
Adoptado por consenso
La resolución fue adoptada sin votación y sigue a una reunión celebrada la semana pasada por el Comité de Credenciales de la ONU, que aprueba la representación diplomática de los 193 Estados miembros.
La presidenta del Comité, Embajadora Anna Karin Eneström de Suecia, presentó su informe.
“El Comité aplazó su decisión sobre las credenciales de los representantes de Myanmar y sobre las credenciales de los representantes de Afganistán hasta el septuagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General”, dijo.
La ONU sigue centrada en ayudar al pueblo de Afganistán, donde los talibanes tomaron el poder en agosto. Las necesidades han aumentado drásticamente y unos 23 millones de personas necesitan asistencia humanitaria.
La ONU también continúa presionando por una solución diplomática a la crisis en Myanmar, tras el golpe militar del 1 de febrero.
El lunes, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el encarcelamiento de la líder civil derrocada Aung San Suu Kyi, que había estado detenida desde la toma de posesión.
El ganador del Premio Nobel de la Paz fue declarado culpable de incitar a la disidencia y de romper las reglas de COVID-19.
La jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo que el veredicto fue el resultado de un “juicio falso”.