En un mensaje para conmemorar el Día Internacional de Reflexión sobre el Genocidio de 1994 contra los Tutsi en Ruanda, el Secretario General António Guterres subrayó que todos deben “examinar detenidamente el mundo de hoy y asegurarse de que escuchamos las lecciones de hace 27 años”.
Más de un millón fueron asesinados sistemáticamente en Ruanda, en el transcurso de solo 100 días.
“Hoy en día, en todo el mundo, las personas están amenazadas por grupos extremistas decididos a aumentar sus filas mediante la polarización social y la manipulación política y cultural”, advirtió Guterres, y agregó que mientras la tecnología y las técnicas que utilizan los extremistas están evolucionando, el “vil los mensajes y la retórica siguen siendo ”los mismos.
“La deshumanización de las comunidades, la desinformación y el discurso de odio están avivando el fuego de la violencia”.
COVID-19 alimenta la discriminación, la polarización
El Sr. Guterres subrayó la urgencia de abordar la profundización de las brechas, especialmente dada la crisis del COVID-19, que ha afectado profundamente a “todo el espectro” de los derechos humanos en todas partes y ha alimentado aún más la discriminación, la polarización social y las desigualdades “todo lo cual puede conducir a la violencia y conflicto”.
“Vimos lo que sucedió en Ruanda en 1994, y conocemos las horribles consecuencias cuando se permite que prevalezca el odio”, dijo, pidiendo a todos que defiendan los derechos humanos y garanticen el pleno respeto de todos los miembros de la sociedad.
“En este día solemne, comprometámonos todos a construir un mundo guiado por los derechos humanos y la dignidad para todos”, agregó el Sr. Guterres.
Ruandeses ‘reconstruidos de las cenizas’
El Secretario General continuó señalando que después de haber experimentado “uno de los capítulos más dolorosos” de la historia de la humanidad moderna, el pueblo de Rwanda “reconstruido de las cenizas”.
“Después de sufrir una violencia y una discriminación de género indescriptibles, las mujeres de Ruanda ocupan ahora más del 60% de los escaños parlamentarios, lo que convierte a Ruanda en un líder mundial”, agregó, y señaló también la demostración de Ruanda del “poder” de la justicia y la reconciliación.