Desde diciembre, la Misión de la ONU en Sudán del Sur, UNMISS, ha estado trabajando con agencias, apoyadas por los Estados Unidos y el Reino Unido, para negociar la paz entre los grupos étnicos Lou Nuer, Murle y Dinka Bor.
El intercambio se produjo después de una paz liderada por la comunidad, negociada en el estado de Jonglei entre las tres comunidades.
Más mujeres aún por ser liberadas
Las mujeres y las niñas han sido secuestradas con frecuencia en Jonglei, debido a su importancia económica para exigir el pago de un precio por la novia en forma de ganado, dijo la UNMISS en un comunicado el viernes.
“La Misión de la ONU cree que hasta 686 mujeres y niños fueron secuestrados durante los enfrentamientos que tuvieron lugar entre enero y agosto del año pasado”, dijo el portavoz Stéphane Dujarric a los periodistas en la sesión informativa diaria periódica.
“Trágicamente, estos secuestros a menudo involucran violencia sexual”, agregó.
Después de una reciente conferencia de paz en Pieri, donde líderes tradicionales, mujeres y los líderes de los llamados “campamentos de ganado” discutieron la compensación por las vidas perdidas y el regreso de las mujeres y niños secuestrados, la UNMISS dijo que los helicópteros de la ONU habían ayudado a transportar a las mujeres liberadas y niños para que pudieran reunirse con sus familias.
Los secuestrados y liberados están recibiendo apoyo de Save the Children y de las ONG locales Grassroots Empowerment and Development Organisation (GREDO) y Community Action Organisation (CAO).
Prevenir el ‘ciclo de venganza’
Tras señalar que “los secuestros son un aspecto terrible del conflicto en esta área”, el jefe de la UNMISS y Representante Especial de la ONU para el país, David Shearer, dijo que el acuerdo para liberar a las mujeres y niños secuestrados “es un paso esencial para generar confianza y evitar el ciclo de la venganza ”.
La misión de la ONU dijo que esta es la primera parte de un programa coordinado apoyado por el Fondo Fiduciario de Reconciliación, Estabilización y Resiliencia de la ONU para abordar los factores subyacentes del conflicto entre las comunidades que han plagado la región de Jonglei durante años.
“Estamos apoyando los esfuerzos para el regreso de las mujeres y los niños restantes”, concluyó el Sr. Dujarric.