François Louncény Fall, quien también dirige la Oficina Regional de las Naciones Unidas para África Central (UNOCA), dijo que los incidentes recientes, incluida la muerte del presidente Idriss Déby Itno de Chad a manos de los combatientes rebeldes y la posterior transición política de ese país, ilustran serios obstáculos para paz duradera en la subregión.
Transición en Chad
Al señalar que Chad se encuentra en el nexo de los desafíos de seguridad más difíciles de la región, Fall dijo que la dinámica en los vecinos Libia, Sudán y la República Centroafricana podría afectar negativamente al país a medida que avanza con cambios políticos inesperados tras la muerte del presidente Itno.
Esos riesgos se ven agravados por las actividades de los grupos terroristas en la cuenca del lago Chad.
Apoyar la rápida transición del país a un gobierno democrático y constitucional debe ser una prioridad para los actores regionales y la comunidad internacional, enfatizó Fall.
Acogió con satisfacción la convocación de dos cumbres extraordinarias de Jefes de Estado y de Gobierno, incluida una centrada en la situación en el Chad el 4 de junio, como prueba de que los líderes están decididos a dar una respuesta regional a las crisis en curso de la subregión.
Destacando el reciente nombramiento por parte de la Unión Africana de un Alto Representante para la transición en Chad y un nuevo Representante Especial en el país, dijo que la ONU dará prioridad a su apoyo a esos esfuerzos regionales críticos.
Violencia grupal armada
Mientras tanto, grupos armados no estatales como Boko Haram, la provincia de África Occidental del Estado Islámico y el Ejército de Resistencia del Señor (LRA) siguen planteando amenazas a la paz y la estabilidad en toda la región.
Al describir los impactos “horrendos” sobre la población civil, Fall dijo que la violencia en el noroeste y suroeste de Camerún ha empeorado, lo que ha provocado violaciones generalizadas de los derechos humanos y más sufrimiento. La situación se agrava aún más por el impacto agravado de la pandemia de COVID-19.
Pidiendo a todas las partes que demuestren su compromiso con el diálogo mediante acciones concretas, incluido el cese de las hostilidades, dijo que se debe fortalecer la coordinación entre los países de la subregión para abordar mejor el deterioro de la situación de seguridad y la escalada de las necesidades humanitarias.
Mientras tanto, el crimen marítimo en el Golfo de Guinea sigue siendo una seria amenaza, con más incidentes registrados en la región marítima de África Central en el primer trimestre de 2021 que en la región más amplia de África Occidental.
Preservar los avances democráticos
El Sr. Fall hizo hincapié en que no se debe permitir que las crecientes preocupaciones de seguridad de África Central reviertan los progresos electorales realizados por los países de la subregión en los últimos años.
Señaló que, desde su última exposición informativa al Consejo en diciembre de 2020, se habían celebrado elecciones en cuatro países, a saber, la República Centroafricana, Chad, Gabón y la República del Congo.
En ese contexto, el Gobierno de Burundi convocó una reunión del Comité Asesor Permanente de las Naciones Unidas sobre Cuestiones de Seguridad en África Central el 28 de mayo, donde los líderes recomendaron el desarrollo de un protocolo subregional sobre gobernanza electoral y elecciones democráticas.
También destacaron la importancia de fortalecer la participación de mujeres y jóvenes.
“Mientras la subregión se prepara para las próximas elecciones… me gustaría alentar a las autoridades nacionales y a todos los actores políticos a promover el diálogo y el consenso continuos”, dijo el Sr. Fall, destacando las elecciones en Santo Tomé y Príncipe el 18 de julio como una próxima oportunidad.
Se comprometió a continuar con las funciones de buenos oficios de la ONU con ese fin.