En un comunicado emitido por su Portavoz, Secretario General António Guterres describió las múltiples crisis que han resultado debido a la intensificación de la violencia, las violaciones de los derechos humanos, el aumento de la pobreza y la indiferencia ante el empeoramiento de las condiciones humanitarias por parte del régimen militar.
“Las múltiples vulnerabilidades de todas las personas en Myanmar y sus implicaciones regionales requieren una respuesta urgente”, dijo el comunicado.
Además, el acceso humanitario a las personas necesitadas es “de vital importancia para que las Naciones Unidas y sus socios continúen brindando servicios sobre el terreno. Las fuerzas armadas y todas las partes interesadas deben respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales. El pueblo de Myanmar necesita ver resultados concretos”.
El ejército birmano derrocó al Gobierno elegido democráticamente dirigido por Aung San Suu Kyi y el presidente Win Myint el 1 de febrero del año pasado, anunció el estado de emergencia y encarceló a los líderes democráticos, mientras reprimía brutalmente las protestas callejeras contra el golpe y la imposición de la ley marcial.
‘Esfuerzo renovado y urgente’
El viernes pasado, la jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, recordó que alrededor de 12.000 siguen detenidos arbitrariamente por expresar su oposición, de los cuales casi 9.000 permanecen bajo custodia y al menos 290 han muerto bajo custodia, muchos probablemente torturados.
Los enfrentamientos armados han aumentado en frecuencia e intensidad en todo el país, al tiempo que ha aumentado la persecución contra las minorías étnicas y religiosas, incluso contra los rohingya.
La Sra. Bachelet dijo que era hora de un “esfuerzo renovado y urgente” para restaurar los derechos humanos y la democracia, y garantizar que los perpetradores de “violaciones y abusos sistémicos de los derechos humanos rindan cuentas”.
Compromiso activo
La Enviada Especial del Secretario General, Noeleen Heyzer, ha estado involucrando activamente a todas las partes interesadas en apoyo de un proceso liderado por Myanmar.
“Ella continuará movilizando acciones inmediatas, incluso a través de una cooperación fortalecida entre la ONU y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) para abordar las necesidades desesperadas del pueblo de Myanmar”, dijo la declaración del jefe de la ONU.
“Esto es crucial para crear un entorno propicio para el diálogo inclusivo”, agregó el Sr. Guterres.
“Cualquier solución debe derivarse de involucrarse directamente y escuchar atentamente a todos los afectados por la crisis en curso. Sus voces deben ser escuchadas y amplificadas”.