“Esta revisión proporciona un mensaje simple: los programas que reflejan mejor las razones por las que las personas tienen relaciones sexuales, incluso por placer, obtienen mejores resultados de salud”.
La esperanza es que estos resultados impulsen a la comunidad de derechos y salud sexual y reproductiva a promover servicios que eduquen y equipen a las personas para tener relaciones sexuales seguras, consentidas y placenteras.
Intervenciones emergentes
Están surgiendo gradualmente intervenciones destinadas específicamente a mejorar el bienestar sexual.
La nueva edición de este año de la Clasificación Internacional de Enfermedades, por primera vez, tiene un capítulo dedicado a la salud sexual.
Al proporcionar las últimas definiciones basadas en evidencia, la OMS está facilitando el diagnóstico y el manejo apropiado para una amplia variedad de condiciones relacionadas con la salud sexual.
Realidad malsana
Desafortunadamente, muchas mujeres, niñas y personas de género diverso pasan por la terrible experiencia de experimentar sexo violento y sin consentimiento.
La OMS está apoyando los esfuerzos nacionales a nivel mundial para prevenir y manejar las consecuencias de todas las formas de violencia sexual.
Y para eliminar las enfermedades que afectan la salud sexual, la agencia de salud de la ONU está desarrollando nuevas estrategias globales para abordar las enfermedades de transmisión sexual, teniendo en cuenta las interrupciones actuales del sistema de salud inducidas por la pandemia.
Ser humano
La OMS sostiene que una buena salud sexual es “fundamental para la salud y el bienestar general de las personas, las parejas y las familias, y para el desarrollo social y económico de las comunidades y los países”.
Como tal, se compromete a identificar y promover la salud sexual en sí misma, para que todos, en todas partes, puedan cumplir con sus derechos humanos relacionados con su sexualidad y bienestar sexual.