mié. May 8th, 2024



Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), más de 10.000 niños han sido asesinados o mutilados desde la escalada del conflicto en marzo de 2015, entre una coalición progubernamental liderada por Arabia Saudita y los rebeldes hutíes; el equivalente a cuatro niños al día.

Estos son solo los incidentes que Naciones Unidas ha podido verificar, por lo que la cifra real es “probablemente mucho más alta”, dijo la agencia en un comunicado difundido el miércoles.

Solo en la región de Marib, donde el conflicto ha estallado recientemente, once niños han sido asesinados o mutilados en el último mes.

El precio mas alto

La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, dijo que “cuando el conflicto en Yemen estalla y la violencia se intensifica, los niños son los que pagan el precio más alto”.

“Las familias están siendo destrozadas por una violencia espantosa. Los niños no pueden ni deben seguir siendo víctimas de este conflicto ”, ella añadió.

La agencia también señala que los ataques contra civiles, incluidos niños, y contra la propiedad civil, pueden violar el derecho internacional humanitario.

UNICEF hace un llamado a todas las partes en el conflicto para que protejan a los civiles, den prioridad a la seguridad y el bienestar de los niños y pongan fin a los ataques a la infraestructura civil y en áreas densamente pobladas.

Más violencia

Esta última ola de violencia empeora aún más la situación desesperada para los niños y las familias. Según la ONU, la crisis humanitaria del país sigue siendo la peor del mundo.

Se estima que 1,7 millones de niños son desplazados internos y más de 2 millones no asisten a la escuela.

Casi 2,3 millones de niños y niñas menores de cinco años sufren de desnutrición aguda y alrededor de 8,5 millones de niños no tienen acceso a agua potable, saneamiento o higiene.

Para continuar su labor de salvar vidas hasta mediados de 2022, UNICEF necesita urgentemente 235 millones de dólares.

La agencia ha apoyado el tratamiento de la desnutrición aguda severa en 4.000 establecimientos de atención primaria de salud y 130 centros de alimentación terapéutica; proporcionó transferencias de efectivo de emergencia a 1,5 millones de hogares cada trimestre, lo que benefició a unos nueve millones, y proporcionó agua potable a más de cinco millones.

Tras el estallido del conflicto en 2015, la ONU ha reiterado en repetidas ocasiones que no existe una solución militar a la crisis yemení y ha pedido un retorno a la negociación pacífica, a través de la Oficina del Enviado Especial de la ONU para el país.





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